TRASPIÉ

Suicidio de lesa ideología

Al tener conocimiento de las declaraciones del Dr. Tabaré Vázquez, en su visita al colegio Monte VI, en medio del lógico impacto resultante, elaboramos la nota publicada el 17/10/11 en LA REPÚBLICA, que titulamos, «Yo no creo en mesías…». Cuando la generamos, no estaba en conocimiento del suscrito la renuncia hecha pública posteriormente, de Tabaré, ni las opiniones de todo tipo que siguieron al suceso.

No había salido a luz aún, la apurada decisión del Secretariado respecto a la «inoportunidad» de dichas declaraciones. Eso pretende hacer suponer que estas pudieron ser oportunas en otro momento. Creemos un error imperdonable de las autoridades del FA, en tanto no se trata de algo simplemente inoportuno, sino de algo políticamente inaceptable en cualquier momento, para cualquier frenteamplista que se precie. No es posible que un mandatario (el primero, según la Constitución), una vez en ejercicio del poder, obtenido, justamente, en tanto mandatario de la fuerza política, cuyo programa es el compromiso ineludible e irrenunciable con el cual convenció a los votantes, se atribuya el lujo de resolver, por sí y ante sí, una situación de la gravedad de la invocada, utilizando además una decisión personal, absolutamente rehuida, con lo que claramente sostiene un principio fundacional del FA y de toda la izquierda, como lo es el antiimperialismo. Y cada vez más vigente y necesario.

Pensamos que la resolución de efectuar la declaración por parte de Tabaré fue meditada y voluntariamente dirigida a producir el efecto deseado, para zafar, sacando la pata del lazo, que lo estaba obligando a acceder a una responsabilidad que no está dispuesto a asumir. Sin temblarle la mano del costo político que infligía a la fuerza política, al ámbito político todo, y al país, en el ámbito latinoamericanista y mundial, con carácter de traición ilevantable. Otra explicación, como sería la de dotarse, por este medio, de poderes suprarracionales, no cabe. Porque el traer a colación su decisión de recurrir a la ayuda, aun potencialmente, del águila imperialista, lo descalifica definitivamente como integrante de una fuerza que ha hecho del antiimperialismo uno de sus pilares ideológicos fundacionales «intraicionables».

Aun con ese traspié, que asimilamos a un suicidio de lesa ideología, hay muchos frenteamplistas que lo siguen viendo como un mesías, como «el» candidato del FA para ganar en 2014. Porque parece ser que importa solo ganar, sin importar lo que vamos a hacer con el triunfo. Y eso solo puede ocurrir en un Frente que se ha ido suicidando y «decaeciendo» ideológicamente, en forma progresiva, con el transcurrir de su etapa como gobierno nacional.

Porque el ofrecimiento para ocupar la máxima magistratura del país, luego de tamaño sinceramiento, significa la entrega, atados de manos y pies, a las decisiones de un mortal, transformado erróneamente en mesías, a los ojos de sus adláteres.

No me cabe duda de que esta confesión, que redondea otras actitudes mostradas por Tabaré durante su presidencia, que ya hemos destacado suficientemente, constituye «la frutilla de la torta», para quedar descalificado como posible aspirante a ocupar la candidatura a la Presidencia de la República en 2014, por el FA. ¿Quizás en otro partido, pudiera ser…? (Pero seguramente el que se beneficia con el suicidio ideológico es el acrecido «partido» de los votos en blanco…)

Cualquier frenteamplista que se hubiera permitido hacer algo parecido, aun esbozado como una simple e infeliz opinión en el seno de una reunión festiva regada con alcohol, hubiera merecido el sano consejo de consultar al psiquiatra, o en su defecto, el pasaje compulsivo, de oficio, al Tribunal de Conducta Política, con la previa e inevitable certeza de su expulsión de la fuerza política. Ojalá que por el bien del FA y del país, el Dr Tabaré Vázquez mantenga, por una vez, su renuncia como indeclinable e irrevocable. De otra manera, se habrá sumido a la fuerza política FA y también, por la gravedad de lo ocurrido, a todo el ya deteriorado circuito político, en un declive sin levante.

Por la deteriorada salud ideológica del paciente urge cirugía mayor.

Dicho en sentido figurado, atinente a quien inventó el concepto, una especie de definitiva, irreversible, saludable y necesaria umbilictomía (*)

(*) Umbilictomia: «umbilic»: referido al cordón umbilical que une a la madre con el feto: «tomia»: corte, seccionamiento.

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