¿Qué pasó el 19 de abril de 1810 en Venezuela?

Los movimientos revolucionarios tendientes a alcanzar la emancipación de Hispanoamérica se efectuaron o realizaron en la primera mitad del siglo XIX, desde el Norte (México) hasta el Sur (Chile), de forma o manera espontánea y casi uniforme.

En territorio de la Capitanía General de Venezuela, figura creada por el Rey de España e Indias, Carlos III de Borbón, el 8 de setiembre del año 1777, específicamente el 19 de abril de 1810, en la ciudad de Caracas, se desarrollarán unos acontecimientos que darán al traste con la autoridad máxima.

Un grupo de jóvenes criollos o mantuanos, desde el 15 de julio de 1808 se venían reuniendo en la Cuadra Bolívar con el pretexto de asistir a las fiestas que daban los hermanos Juan Vicente y Simón Bolívar, aunque el objetivo era otro. Para el 27 de julio de 1808, habían preparado el derrocamiento el Capitán General de Venezuela y demás autoridades. Sin embargo, la delación hizo presencia y este intento murió al nacer, pero la semilla de la libertad e independencia se había sembrado.

A partir de entonces, se desarrollará prácticamente una lucha entre la autoridad española, que, se aferraba al poder, incluso con la opción de reconocer la dinastía de Napoleón y José Bonaparte, quienes se encontraban al mando de España y los criollos o mantuanos que levantaban la figura de constituir una Junta de Gobierno, incluso para defender los derechos del Rey de España e Indias, Fernando VII de Borbón.

A comienzos del año 1810, el ejército francés había invadido Andalucía casi en su totalidad, lo cual estimulará a los criollos o mantuanos en sus ansias de independencia y de poder.

Así, se llega a los acontecimientos del 19 de abril de 1810 en Caracas. Logrado el objetivo de convocar a un sesión extraordinaria del Ayuntamiento o Cabildo, ese día, con los ánimos encrespados, pueblo en la calle, la desobediencia de la tropa y el desánimo existente del Capitán General, Vicente Emparan y Orbe, éste se dirige al balcón de la sala capitular y pregunta desaforadamente a la muchedumbre congregada: «¡Señores: ¿Están vuestras mercedes contentos conmigo? ¿Quieren vuestras mercedes que les gobierne?».

Un canónigo de nacionalidad chilena, José Cortés de Madariaga y el regidor Anzola, por detrás del Capitán, harán señas negativas con las manos para que el pueblo allí presente se manifestará en forma contraria a ese mandato con el grito célebre: «¡No le queremos!». Así las cosas y en esas circunstancias, regresó al salón y al sentarse en su silla exclamó: «¡Pues yo tampoco quiero poder o mando!».

El 19 de abril en Venezuela ciertamente fue un acto de rebeldía, de insurgencia; fue un momento en el cual los ímpetus de libertad e independencia, latentes desde hacía muchos años, se manifestaron de manera abierta y transparente.

Ese día, los grandes terratenientes, mantuanos, optimates o grandes cacaos, como bien lo dijeron, comenzaron a poseer un gobierno que pudiera funcionar más cerca de ellos y no tan distantes a 2 o 3 mil leguas.

El 19 de abril del año 1810 se puede considerar en términos religioso como el bautismo de la Patria nuestra. Tuvo la característica de ser de carácter político y económico, representativo de los intereses de los mantuanos, y quedó la deuda con los mestizos, mulatos, zambos, indígenas y esclavos para su posterior redención social, hoy afortunadamente en plena reivindicación con el proceso de cambios que tiene lugar en nuestro país.

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