Roberto Carrau: "No digo que nuestra yerba sea la mejor, pero es muy buena"

Uruguayos campeones: consumen 8,3 kilogramos de yerba al año

El año pasado, las importaciones de yerba, preferentemente de Brasil y Argentina, totalizaron 26 millones de kilos, entre la elaborada y la canchada (trituración de la hoja para sacarle el palo), según cifras de la Cámara Nacional de Comercio a las que accedió LA REPUBLICA.

En la actualidad las importaciones de yerba envasada totalizan cerca de 21 millones de kilos, mientras que la yerba canchada solamente alcanza a los 4,3 millones de kilos. De acuerdo a las estadísticas que llevan las empresas involucradas en la comercialización de este producto, los uruguayos consumen 8,3 kilos por persona anualmente, en tanto Argentina, que tiene plantaciones de yerba, consume 5,2 kilos y Brasil mucho menos .

El vicepresidente de Carrau y Cía. SA, Roberto Carrau, explicó a LA REPUBLICA los detalles del proceso de comercialización de la yerba mate, las características del mercado uruguayo y los secretos para tomar un buen mate.

Carrau, de amplia experiencia en el rubro, explicó que Argentina empezó a plantar yerbatales en 1928 cuando «se dieron cuenta que consumían 140 o 150 millones de kilos, y por esa razón dejaron de importar yerba de Brasil». Luego comprobaron que la yerba de ellos no tenía el mismo gusto que la de Brasil; eran yerbas diferentes. Las diferencias se deben al porcentaje de mateína y hierro que contengan y a que la tierra es diferente».

Amarga y fuerte

«La yerba argentina y la paraguaya son muy amargas por la cantidad de mateína que tienen. Hay zonas de Brasil donde la yerba es muy fuerte como en el Matto Grosso, en cambio en las zonas de Paraná y Santa Catarina, son más suaves. Cuando usted quiere comprar yerba buena, debe comprar la que nace debajo de los pinos, que fue plantada por las aves. Se replanta porque la semilla de la yerba, en diciembre y enero es comida por los pájaros que la van trasladando. Por su parte, la yerba plantada, para que sea la mejor, tiene que estar replantada en montes que tengan luz, pero no con demasiado sol. La yerba que tiene demasiado sol, es amarga, al igual que la que viene con semilla», señalo el empresario.

Carrau, entendió que «hay que tener mucho cuidado en la clasificación de las yerbas y por eso estamos instalados con una fábrica a 143 kilómetros de Curitiba» y agregó que «cuando se pasa por el primer proceso, previo a cancharla hay que mirarla con lupa y medirle el grado de humedad que tiene. Si tiene menos de 92 grados de humedad, con seguridad se arderá con el tiempo».

Dijo que «es muy fácil ofrecer al mercado cualquier tipo de yerba y es muy fácil engañar a los consumidores» . «Yo no digo que las mejores (yerbas) sean las nuestras, pero digo que la nuestra es muy buena. Lo cierto es que las marcas con el tiempo tienen su fuerza».

Sostuvo que «el buque insignia de la empresa, es la Sara roja y Sara azul (yerba más suave); la primera se exporta a los mercados de Suiza, España, Canadá, Estados Unidos, Argentina y Australia, con destino básicamente a uruguayos radicados en el exterior. Nuestra yerba compite en calidad. Nunca pensé que se deba vender por precio, porque la gente que compra yerba de calidad, es la gente pobre que prepara el mate una vez, y toma de mañana, al mediodía y de tarde con la misma cebadura. Si usted compra una yerba mala, toma mate de mañana y nada más. La yerba nuestra aguanta un litro, eso se lo garantizo».

Cierre de molinos

Uruguay importó 26 millones de kilos en 2001, de los cuales 4,3 millones de kilos corresponden a yerba canchada y 21 millones a yerba elaborada. «Hasta hace 10 años, se importaba la misma cantidad de yerba canchada y elaborada, porque la canchada no tenía recargos. Había cinco o seis molinos de yerba mate en el Uruguay; hoy quedan unos pocos. La mayoría de la gente ha cerrado sus ingenios e importa desde Brasil quedando solamente los molinos San Francisco, El Arabe, Yerbatera Campeón y Santa María. En este último, hacemos la Sara para Carrau, la yerba de Ta-Ta y la Guazubirá que se vende en el litoral». El empresario dijo que la empresa Canarias importa de Brasil el 80% de la yerba que vende en Uruguay, «es decir de los 21 millones de kilos, el 80% corresponde a Canarias, que es la firma más importante en el sector yerbas» y estimó que en nuestro país existen más de 50 marcas.

En los años 50, en Uruguay se consumían 30 millones de kilos de yerba, «después esas cifras cayeron como consecuencia del contrabando a 18 millones de kilos y durante años se mantuvieron en ese nivel. Luego empezó a crecer y creció mucho más después que terminó la dictadura. Hoy usted va a Pocitos o las principales playas de Punta del Este y la gente está tomando mate».

Como se sacaron los recargos a la yerba, el crecimiento vino automático y fue esa la razón que determinó un consumo de 26 millones de kilos. Con el Mercosur cayeron los recargos a la yerba, entonces comenzó la importación, pero la desventaja fue para la industria nacional que quedó totalmente desprotegida y se cerraron una cuantas industrias que se transformaron en importadores de yerba», precisó Carrau.

Los jesuitas, en sus Misiones, fueron los que impulsaron el consumo, luego de observar a los indios que tomaban mate en las calabazas con cañas tacuaras y poco a poco la costumbre se fue expandiendo

«Yo digo que la yerba tiene gusto a galletita, porque tiene gusto dulce; cuando la yerba es buena tiene ese gusto a galletita, pero sin ponerle azúcar. El secreto de un buen mate, «está en tener una buena yerba y que el agua este a 82 grados. Si el agua está hirviendo, la yerba se quema y cuando la yerba está quemada es más amarga». *

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