El gobierno central no logra convencer a los gobernadores sobre el recorte del gasto

Argentina: salida de la crisis será "traumática" sin ayuda externa

«Si Argentina no se incorpora al mundo, no tiene fondos del exterior, la salida (de la crisis económica) va a ser traumática», dijo el ministro argentino de Economía, Jorge Remes Lenicov, en declaraciones a Radio América.

Argentina necesita unos 23.000 millones de dólares para paliar la peor crisis económica, social y financiera de los últimos decenios, traducida en 44 meses de recesión consecutivos, un desempleo del 22% de la fuerza laboral y el 47% de la población de 36 millones de habitantes en la pobreza.

El gobierno fracasó el jueves en la intención de avanzar en el debate legislativo del presupuesto 2002 y en un acuerdo para reducir los gastos públicos de las provincias, que son las dos mayores exigencias del FMI antes de discutir un nuevo crédito «stand by» (condicionado) para Argentina.

Los traspiés se produjeron pese a que el gobernante peronismo controla la Cámara de Diputados por mayoría relativa (necesita al menos dos tercios de los votos para aprobar el Presupuesto y enviarlo al Senado) y a pesar de que esa fuerza está a cargo de 14 de las 24 provincias argentinas.

Las autoridades no logran convencer a los gobernadores de bajar los gastos estatales de los distritos entre 2.000 y 3.500 millones de pesos (1.000/1.750 millones de dólares), a cambio de incluirlos en la recaudación del impuesto a las transferencias financieras (emisión de cheques, 0,6% de alícuota).

«Los gobernadores son los que dan la cara», admitió el presidente argentino Eduardo Duhalde el jueves al justificar la falta de acuerdo en alusión al complicado cuadro social en las provincias, donde se realizan movilizaciones diarias en protesta por la situación económica.

Por su parte, el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, reconoció que existe riesgo de estallido social en las provincias.

La resistencia a los planes oficiales también se registra en el Parlamento debido a que el proyecto de presupuesto prevé una reducción del déficit fiscal a 3.000 millones de pesos (unos 1.500 millones de dólares), que puede dañar las partidas sociales y las salariales para los empleados públicos.

El presupuesto contempla, además, una caída del Producto Interno Bruto de 5% y una inflación anual estimada en 15%.

En sus declaraciones radiales, el ministro Remes señaló que la renegociación de la deuda pública, de 141.000 millones de dólares, sólo ocurrirá después de un acuerdo con el Fondo.

«Lo que hemos charlado personalmente con las máximas autoridades del Fondo (es que) la renegociación de la deuda viene después del acuerdo con el FMI», reveló el ministro de Economía, y explicó que «una vez que uno tenga un programa conversado, a partir de ahí empieza la renegociación» de la deuda.

Argentina declaró la moratoria de su abultada deuda a fines de 2001, durante el fugaz gobierno de una semana del presidente peronista Adolfo Rodríguez Saá.

Este fue reemplazado por Duhalde el 1 de enero para completar hasta 2003 el mandato que dejó trunco el 20 de diciembre Fernando de la Rúa, en medio de una revuelta social saldada con 30 muertos por la represión policial.

Remes Lenicov condicionó el levantamiento del llamado «corralito» financiero, que provocó la furia de los ahorristas con fondos congelados desde diciembre, a «un acuerdo rápido internacional» con los organismos de crédito.

Sobre las restricciones bancarias, el ministro dijo que «todavía no estamos en condiciones» de permitir la liberación «total y absoluta» de las cuentas. *

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje