BCU prohíbe funcionamiento de empresas de préstamos sin intermediarios bancarios
Las plataformas que conectan personas que necesitan préstamos de dinero con aquellos que tienen para prestar, sin la intermediación de entidades financieras o bancarias, deberán cesar sus funciones por orden del BCU.
Las empresas llamadas «startups» (que se traduce como «puesta en marcha» o «emprendimientos») llegaron para revolucionar el mercado. Se tratan de compañías típicas de la era digital y que funcionan mayormente por las plataformas en línea. Los casos más reconocidos son los de Uber, que conecta a conductores con auto propio con personas que necesitan hacer viajes cortos, o el de Airbnb, que comunica a personas que necesitan hospedaje con aquellas que tienen un lugar para alojar visitantes, sin que intervenga o lucre el sistema hotelero tradicional.
En el ámbito financiero, apareció en Uruguay la plataforma TuTasa, que hace exactamente lo mismo que Uber o Airbnb pero con la plata: conecta a personas que tienen dinero para prestar con aquellos que están urgidos de un préstamo, pero que al sistema tradicional bancario le parecen inaceptables como clientes.
Microcréditos non gratos
Por sus características, a este tipo de empresas -que tienen presencia en decenas de países- son conocidas como «peer to peer lending» (préstamos entre particulares, o P2PL) manejan microcréditos que a veces pueden oscilar entre unos pocos miles de pesos y varios miles de dólares.
El Banco Central del Uruguay (BCU) acaba de dar la orden a la empresa TuTasa que cese las operaciones, tras una reunión realizada ayer entre representantes del sistema financiero nacional. La decisión cuenta con el respaldo de entidades como la Asociación de Bancos Privados (ABPU), de la Bolsa de Valores de Montevideo, de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias y del sindicato bancario (AEBU).
Desde mayo se estaba analizando cómo regular a las empresas P2PL, y tras un exhaustivo análisis, el BCU decidió que no hay cabida para las startups financieras en nuestro país.
TuTasa, que hasta julio había movido unos US$60 millones, presentó semanas atrás un recurso para revocar la decisión, pero la nueva resolución, tomada por el directorio del BCU, la desestimó y ratificó que deben salir del mercado.
El Banco determinó que TuTasa no realiza una intermediación, dado que no se encarga solo de poner en contacto a las personas, sino que incursionó en el esquema de un fideicomiso.
Por su parte, la empresa explica en si sitio web que «TuTasa conecta a inversores con solicitantes vía su página web, reduciendo costos operativos, beneficiando a los solicitantes con menores tasas de interés y a los inversores con mayores retornos para sus ahorros».
BCU adujo en un comunicado que «quien define a quién se le otorga el crédito es el fideicomiso (actuando a través del fiduciario) y no es el fideicomitente (es decir, el inversor)». Agregó que el que «asume el riesgo desde el punto de vista jurídico» es el «fideicomiso y el riesgo (económico) que corre el fideicomitente se vincula a la recuperación que el fideicomiso pueda hacer de los créditos otorgados».
«Otro elemento que aleja el contrato de la mediación es que el fideicomitente no conoce a quien se otorga el préstamo, por tanto no se trata de una mera aproximación entre partes». En cambio, es el fideicomiso el que otorga los préstamos «sin que los tomadores de préstamo conozcan quiénes aportaron el dinero y sin que los inversores conozcan a quién se les concede el préstamo», argumenta el BCU.
Otras empresas internacionales que ofrecen servicios similares son Moni, que funciona en Argentina, Préstamos-Rápidos, de España, o BTCJam, que ofrece el sistema P2PL en la criptomoneda bitcoin.
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