PROPUESTA

Blancos presentan propuesta al gobierno para bajar el precio de los combustibles

El senador del Partido Nacional Álvaro Delgado remitió al presidente de la República, Tabaré Vázquez, y a la ministra de Industria, Carolina Cosse, una serie de medidas para contribuir al descenso del precio del combustible. Delgado asegura que el precio del gasoil podría reducirse en ocho pesos y el de las naftas en seis pesos.

precios-combustibleDelgado expresó que “los precios de los combustibles en Uruguay están entre los más caros de la región y el mundo, lo cual dificulta la competitividad del país”.

Los actuales niveles de precios internacionales de crudo, el tipo de cambio y la mejor situación financiera de ANCAP “permitirían una rebaja importante en el precio al público de los combustibles en Uruguay”, aseguró Delgado.

El parlamentario nacionalista indica que ANCAP ya generó en 2016  resultados “importantes” en su operativa, y que tienen una explicación clara: “No se modificaron los precios en todo el año, a pesar que las compras de crudo se hicieron por debajo de la referencia (46 dólares el barril) y el tipo de cambio estuvo apenas por encima desde la última modificación de precios (1.380 pesos el barril en 2016)”.

Las medidas

En tal sentido, el legislador propone la “reestructuración del fideicomiso del transporte.

A través de un decreto firmado por el presidente Vázquez en setiembre de 2006, se estructuró un fideicomiso con el objetivo de “subsidiar al transporte colectivo de pasajeros”.

Para ello se estableció que una porción del precio del  gasoil se destinara al fideicomiso y desde allí se distribuyeran los fondos al transporte colectivo. “Hoy, se destinan  3.68 pesos por cada litro de gasoil a ese fin”.

Con dicho mecanismo, hay una transferencia de fondos de todos los consumidores de gasoil hacia el transporte colectivo.

“Es claro que el sector del transporte pasa por un momento complicado y no es posible eliminar el subsidio, sin embargo los demás consumidores de gasoil (que en su inmensa mayoría son cadenas productivas que también tienen problemas) no están en condiciones de hacerse cargo de esos costos”, expresa Delgado en su propuesta.

Por lo cual indicó que “parece correcto mantener el actual subsidio pero hacerlo explícito y no cargar a otros sectores con el costo del mismo”, por tanto “propone mantener el fideicomiso pero modificando la fuente de financiamiento del mismo”.

También plantea la eliminación de los topes de deducción del IVA al gasoil

Recordó que en 2007, por iniciativa del Partido Nacional, se aprobó una Ley que eliminó el IMESI al gasoil sustituyendo la tasa mínima del IVA por la básica.

“Esto permitió a varios sectores productivos la deducción de la carga fiscal del combustible”, aseguró Delgado.

Asimismo, el decreto 62/003 y sus posteriores modificaciones, fijan límites para cada actividad económica para la deducción del IVA en las compras de gasoil.

“Estos topes han sido calculados en base a estimaciones de los consumos medios de cada sector, sin embargo en varios casos generan dificultades a las empresas para su deducción”, indica.

Cuando el parque de automóviles de pasajeros era más importante, “podía existir una justificación técnica (aunque de no tan clara legalidad) para evitar la deducción de consumos particulares en la liquidación del IVA de empresas. Hoy prácticamente no se venden vehículos particulares a gasoil”.

Propone la “eliminación de todos los topes vigentes a la fecha, debiendo regirse por los principios generales del IVA”.

“Se debe incluir la posibilidad que los productores puedan periódicamente hacer liquidaciones anticipadas y solicitar los créditos fiscales en caso que sea necesario”, planteó.

El efecto de esta medida se da en el costo del gasoil, aunque no hay elementos suficientes que permitan cuantificar el mismo.

Otra de las propuestas que plantea el parlamentario blanco es “llevar la mezcla de biocombustibles a niveles mínimos legales”.

La Ley de biocombustibles en Uruguay prevé una mezcla mínima del 5% de etanol en la nafta y el mismo porcentaje de biodiesel en el gasoil. En 2016 ANCAP mezcló un 9% de etanol y un 5,3% de biodiesel.

Los costos actuales de los biocombustibles (producidos por ALUR), “son mucho mayores que el costo que tienen los productos refinados de petróleo de ANCAP, por tanto mezclar más de lo mínimo implica encarecer los productos finales”, asegura el legislador blanco.

Agregó que llevar la mezcla al mínimo implica un ahorro para ANCAP de cerca de 35 millones de dólares fundamentalmente en el precio de la nafta.

En cuanto a la “eliminación de la Tasa de Inflamables”, Delgado asegura que la Intendencia de Montevideo cobra “una tasa sobre el combustible que es despachado por ANCAP desde las plantas de Montevideo”.

Esta tasa ha sido “cuestionada por no tener contrapartida y el propio intendente Daniel Martínez ha manifestado la inconveniencia de la misma”.

Por este concepto “la Intendencia recauda más de 10 millones de dólares, encareciendo el precio final tanto de la nafta como del gasoil”.

Sobre la refinación de crudo en base a la demanda de nafta, el legislador manifiesta que durante muchos años ANCAP ha tenido un “desequilibrio” entre las cantidades de derivados producidos y la demanda de los mismos, provocando que sea necesaria la “importación de gasoil y la exportación de excedentes de nafta”. Ello se deba cuando existía una “brecha grande entre el precio del gasoil y el de la nafta”.

Si bien en los últimos tiempos “no ha sido necesaria la exportación de naftas, es importante la fijación de una regla que asegure niveles de producción que sean eficientes para la empresa”.

Propone entonces que ANCAP fije una regla en la que los niveles de refinación de petróleo estén en función de la demanda de nafta y todo el faltante de gasoil sea importado. “Con esto se evitan las ventas a precios bajos de los excedentes de nafta, mejorando la ecuación económica de la refinería”.

La propia rebaja del precio del gasoil “hará crecer nuevamente este desequilibrio”, asegura Delgado.

Dijo que, sin embargo, “no es posible cuantificar esta medida, pero al afectar la ecuación general de la producción permite una reducción en los costos tanto de las naftas como el gasoil. Esto, además, da previsibilidad y fija las reglas de juego hacia el futuro”.

En cuanto a la separación total de la gestión administrativa, contable y operativa del negocio de cemento, el parlamentario indica que el negocio de cemento portland en ANCAP “ha perdido más de 230 millones de dólares en los últimos 17 años”.

A esto deben agregarse “300 millones de pérdida por el deterioro de los activos tanto de cemento portland como de cal”.

“Todos estos resultados negativos han sido cubiertos a través del precio de los combustibles, tanto de la nafta como el gasoil”, remarca.

Por ello, Delgado propone “la separación total de las actividades de combustibles y portland, de forma de evitar que un negocio subsidie al otro”.

Dijo que mientras existan pérdidas en el negocio del portland, “si se decide subsidiar, este subsidio deberá ser explícito y no financiado por los precios de los combustibles”.

De la comparación de las pérdidas de 2016 con las cantidades de combustible vendidas en el mismo año surge un costo de  0,50 pesos por cada litro vendido.

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