CONFIANZA

El Índice de Confianza del Consumidor cayó 2% en agosto en comparación a julio y permanece en zona de moderado pesimismo

El Índice de Confianza del Consumidor cayó 2% en agosto en comparación a julio y permanece en zona de “moderado pesimismo”. Asimismo, los tres subíndices que lo conforman muestran “mayor pesimismo respecto a julio”, de los cuales la “Predisposición a la compra de bienes durables”, ha sido el que registró mayor contracción.

Foto: Pixabay.
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La Cátedra SURA de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores presentó el informe de agosto de 2016, sobre evolución y análisis de los resultados referidos a la “Confianza del Consumidor en Uruguay y otros indicadores de confianza económica”.

En el estudio se indica que luego del repunte de julio, en agosto el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de la Cátedra SURA de Confianza Económica volvió a decrecer (2% respecto al mes anterior), y continúa instalado en la zona de “moderado pesimismo”, con un valor de 46,6.

Tras la importante magnitud del aumento del Índice, que se registró en julio, la contracción de agosto operaría como una “corrección a la baja, que afirmaría la idea de que, de la mano de la apreciación de la moneda local frente al dólar, el consumidor uruguayo continuaría pesimista, pero permanecería alejado de la zona de ‘atendible pesimismo’ en cuyo umbral se encontraba al mes de junio”.

De este modo, agosto se muestra “sin grandes variaciones, aunque los tres subíndices que componen el Índice coinciden en “mostrar percepciones ligeramente más pesimistas que el mes anterior”.

En materia de “otros indicadores de confianza económica”, la mayor variación la presenta el índice de “expectativas de ingresos” de la familia, que cayó 5,1%, seguido por una nueva, aunque menor recuperación de la “preferencia por la moneda nacional para depositar” (3,2%). Los datos de cuentas nacionales mostraron un consumo privado estancado.

La “Predisposición a la compra” en julio y agosto “podría indicar que de mantenerse los niveles de tipo de cambio observados (debajo de los 30 pesos), el consumidor podría estar algo más predispuesto a gastar en el trimestre en curso en comparación al mismo de 2015”.

Luego de dos meses de recuperación, la “Predisposición a la compra de bienes durables” se contrajo 4,9% mensual en agosto, siendo el subíndice que más cayó.

Dicho subíndice “es el que mayor mejora había mostrado el mes anterior”.

Por su parte, las relativamente menores contracciones de los subíndices de “Situación Económica Personal” (-1,6%) y “País” (-0,8%) responderían a situaciones mixtas a su interior.

“En el plano personal empeora la percepción sobre la ‘Situación económica’ actual respecto a un año atrás (-5,3%), frente a una modesta recuperación de las expectativas a un año, posiblemente en línea con unas expectativas para los próximos 12 meses de inflación y desempleo que mostraron un ligero menor pesimismo”.

Por su parte, a nivel país, “las expectativas permanecen casi estables, debido a que prácticamente se compensan las mejores expectativas a tres años con las más pesimistas a un año”.

Consumidor pesimista, consumo estancado

Asimismo, en el informe se indica que desde mayo de 2015 “el consumidor uruguayo se encuentra en zona de pesimismo -moderado-, y en lo que transcurre de 2016, la ‘Predisposición a la compra de bienes durables’ es el subíndice que continúa mostrando mayor contracción (-23,5% respecto a enero-agosto de 2015)”.

Dicha contracción del subíndice “se torna más preocupante si se observa que el promedio enero-agosto de 2015 ya era 25% inferior al equivalente de 2014”.

Desde las elecciones de 2014, la “Predisposición a la compra” ha ido ajustando a la baja, en línea con un consumidor más cauto a la hora de gastar.

“El mayor ajuste de la ‘Predisposición a la compra’ se procesó en 2015, aunque alcanzó el nivel de mayor pesimismo -de los diez años en que se computa- en mayo de este año”.

Tras los repuntes mensuales de junio y julio, y caída en agosto se podría monitorear la hipótesis de que la “Predisposición” se estaría estabilizando, en respuesta al fortalecimiento de la moneda doméstica frente al dólar que se observa en los últimos meses, se indica.

En tal sentido, en el estudio se expresa que es posible que la “Predisposición a la compra” que tanto se ajustó en los meses de depreciación, “se recupere en los meses en que el tipo de cambio se instala en niveles que permiten recuperar poder de compra en dólares”.

Asimismo, se asegura que las cifras publicadas en setiembre por el Banco Central del Uruguay, muestran que “el consumo privado, que comenzó 2016 mostrando una ligera contracción en el primer trimestre (-0,4%), mostró una ligera recuperación en el segundo (0,2%, siempre respecto a los respectivos trimestres del año anterior)”.

No obstante ello, el consumo del segundo trimestre resultó 1,3% inferior al de 2014. Más allá de las variaciones trimestrales, “el consumo de las familias uruguayas promedio del primer semestre de 2016 está estancado en exactamente el mismo nivel de 2015”.

Asimismo, “el consumo privado continúa mostrando menor dinamismo que el PIB, confirmando que no solo ya no es su motor como en años anteriores, sino por el contrario, ante un consumidor más pesimista, le resta dinamismo”.

La “Predisposición a la Compra de bienes durables” estuvo anticipando desde fines de 2014 la “desaceleración del consumo de las familias y su posterior estancamiento”.

No obstante, “los meses de julio y agosto estarían mostrando una ‘Predisposición’ con cierto menor pesimismo”.

“De mantenerse este comportamiento en setiembre, el consumo del tercer trimestre podría retomar cierta leve dinámica positiva, impulsada por la apreciación de la moneda, puesto que ni las expectativas sobre la ‘Situación económica del país’ ni sobre la ‘Situación económica personal’ sostendrían tal mayor ‘Predisposición’”.

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