El área sembrada con soja en Uruguay se redujo casi 15% en la zafra 2015-2016.

Días pasados se presentó en la Cámara Mercantil de Productos del País un análisis que arrojó datos sobre la situación, proyecciones, desafíos y oportunidades para la producción de granos y oleaginosos.

El informe del Observatorio de Oleaginosos del Uruguay, con datos referentes a la zafra 2015-2016, fue realizado por Deloitte y financiado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.

A través del informe se muestra que luego de un “gran crecimiento” en la última década, y en un marco de fuerte retroceso de precios, el área sembrada con soja en Uruguay se redujo casi 15% en la zafra 2015-2016.

La campaña se vio muy afectada por las “extremas condiciones climáticas” de comienzos del año, que determinaron una significativa reducción del rendimiento medio y severos problemas de calidad por exceso de humedad, dejando una cosecha 30% inferior a la de la zafra previa.

Las exportaciones de oleaginosos rondarían los 820 millones de dólares este año, lo cual muestra una caída del 30% frente al año pasado.
Sin embargo, la soja continúa siendo uno de los tres principales productos de exportación, debajo de la carne y la celulosa.

Pese a este panorama, el sector continuó generando “impactos relevantes” en la economía uruguaya y “logró sostener 14.200 empleos, incluyendo trabajadores agrícolas, proveedores de servicios y de transporte”, se indica en el informe.

Considerando los impactos indirectos y directos del cultivo, por cada 100 dólares que se exportan de soja, algo más de 70 dólares “son valor agregado en el país”, se afirma en el estudio.

Promover políticas públicas

La ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, reafirmó el “compromiso” del gobierno en general y de su cartera en particular para “apoyar iniciativas que promuevan la generación de información e indicadores que permitan conocer las situaciones sectoriales y definir políticas públicas adecuadas”.

Por su parte, el ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, agregó que “Uruguay tiene que verse como un proveedor de alimentos de calidad y mostrarse al mundo cultivando esa imagen”.

“La soja es el motor de la cadena porque es lo que demanda el mercado global”, afirmó el jerarca y resaltó como elementos clave de la política agropecuaria del país, la “internacionalización o búsqueda de mercados internacionales, el desarrollo tecnológico y un uso racional y eficiente del agua, como el recurso más escaso en la actualidad”.

“El informe se ha convertido en una base informativa muy importante para todos. Al sector público le da un conocimiento de base que le permitirá definir políticas más adecuadas para el desarrollo del sector. Para el productor es información útil y de calidad para tomar las mejores decisiones para sus proyecciones de producción y venta”, expresó Gladis Genua, directora representante de CAF en Uruguay.
En el mismo sentido, agregó que también es importante para la academia, porque “la información de fuentes de calidad siempre es un insumo necesario para profundizar en el análisis”.

“Mientras que a la CAF, como institución multilateral, nos permite definir estrategias de apalancamiento financiero y de apoyo en términos de asistencia técnica para fortalecer el desarrollo del sector, de esta industria en la región y por ende del país”, dijo Genua.