UTE invertirá US$1.000 millones en cada año del próximo quinquenio

Desde la presidencia del ente, el ingeniero Gonzalo Casaravilla ratificó la aceptación y desarrollo de esa línea de pensamiento, a lo que sumó la necesidad de que la energía sea suministrada a la población al más bajo costo posible y con absoluta sostenibilidad, lo que será posible en función del marco inversor anunciado.

Uruguay está en un escenario de máximo requerimiento energético, en tanto las mejoras en los procesos industriales, nuevas empresas y tecnologías que se incorporan, coinciden en un mismo factor: la demanda de electricidad. El sector residencial es de relativamente baja incidencia en el crecimiento del consumo, pese a lo cual exige también un flujo de inversión para que la energía sea constante y la empresa que la brinda de el adecuado respaldo. La energía abundante a un costo razonable, es la meta principal, en tanto exigencia de los ciudadanos y de los inversores.

Las inversiones cumplidas y las que están en marcha

En el primer quinquenio del siglo XXI las obras de infraestructura ejecutadas por UTE, alcanzaron a los US$300 millones, una cifra relativamente baja, de atenernos a las realidades presentes del organismo. En el segundo quinquenio (2005-2009), se alcanzó un mayor ritmo, en función de las necesidades generadas tras la recuperación de la crisis, y las inversiones llegaron a los US$750 millones.

Con una nueva fase de planificación UTE consolida para el período 2010 a 2014, los US$ 1.650 millones. La proyección de inversiones genuinas a realizar desde el año en curso hasta 2016, alcanzarán unos US$2.200 millones, solamente en áreas de infraestructura.

A estos valores básicos deben sumarse los capitales que permitirán uno de los buques insignia de la actual administración en esta materia: la central térmica de ciclo combinado de Puntas del Tigre, en el departamento de San José, donde se invertirán US$500 millones, la obra de mayor envergadura del actual período de gobierno. Generará un máximo de 590 MW y deberá estar pronta en tres años, aunque la primera de las tres turbinas debe comenzar a generar al año y medio de iniciada la obra.

A este se suma el rol en la planta regasificadora de Puntas de Sayago, donde UTE deberá invertir US$300 millones como parte de su plan de expansión hacia nuevas formas generatrices, alcanzando la posibilidad de producir electricidad a través del gas natural importado.

Otro de los puntos clave en materia de inversión está focalizado en la energía eólica, con dos grandes áreas: un plan en marcha junto a Electrobrás de Brasil, donde se deberán invertir US$300 millones, y un plan de compra de energía a privados (ya se firmaron 15 contratos), lo que determinará una inversión de US$1.500 millones, pero significará hasta 50 megavatios de generación cada uno, en un plan de compra inicial a 20 años.

Mientras tanto la interconexión eléctrica con Brasil, parte de la cual ya está en marcha, demandará una inversión final aproximada de US$350 millones, con una conversora de frecuencia que está en el orden de los US$120 millones.

A este panorama global de inversión, debe agregarse la iniciativa de Montes del Plata que contará con una planta de generación propia, a partir de biomasa, sumada a otros operadores privados en similar rubro, lo que implicará que UTE deba agregar unos US$550 millones para beneficiarse de los megavatios que se generen por este sistema.

El escenario final de las inversiones, permite aspirar a que el costo de abastecimiento de energía eléctrica al país, que se calcula en el orden de los US$900 millones para 2012, gracias a la matriz diversificada esté en condiciones de bajar a unos US$550, para el año 2015, a lo que se suma quedar fuera de las contingencias de aumentos en el precio internacional del petróleo, y de las adversidades producto de fenómenos meteorológicos que implican las prolongadas sequías.