No planchar la ropa reduce la huella de carbono de un hogar

Una nueva campaña mundial insta a las personas a vestir con orgullo la ropa arrugada, como símbolo de que la plancha ha sido erradicada de la casa.

La propuesta nace de varias organizaciones ambientales que creen que es posible reducir la huella de carbono con pequeñas acciones como dejar de planchar la ropa.

Al usar las prendas arrugadas, argumentan los ambientalistas, queda en evidencia que no se utilizó un implemento ahora calificado de «innecesario» como lo es la plancha de ropa.

Cambio social

Ante los estándares sociales actuales, la persona que viste ropa sin planchar es señalada como sucia o dejada, o que no cuida su apariencia. Pero eso debe cambiar.

Y es que junto con el aire acondicionado, el lavavajillas, las estufas eléctricas de calefacción, el secador de pelo y el lavarropas, la plancha es uno de los electrodomésticos que más energía consumen.

Los promotores de la idea aseguran que en un hogar que ya no se plancha la ropa el impacto es equivalente a plantar 7 árboles, o bien sacar de circulación unos 7 vehículos.

Una plancha típica consume 1500W de energía eléctrica. En aras de establecer un escenario hipotético, supongamos que pasas media hora cada día planchando prendas. Eso es aproximadamente 180 horas por año. Esto se traduce en un gasto de 270 Kwh de electricidad. En muchos países la matriz eléctrica está mutando hacia las fuentes renovables, pero en otros como por ejemplo Estados Unidos, donde se genera gran parte con carbón, hidrocarburos o fuentes nucleares, el impacto de ese gasto eléctrico es de cerca de 0.20 toneladas métricas de CO2.

Se insta además a las personas a comprar, desde ahora, ropa que no requiera planchado de manera que, si no se quiere salir con arrugas, entonces la plancha no sea necesaria.