ONU: Cambiar a una dieta vegetariana ayudará a reducir el calentamiento global

Esta es una victoria para los veganos y, sí, una noticia deprimente para los amantes de la carne, pero la evidencia científica no miente: si todos en el planetadejamos de comer carne el calentamiento global podría reducirse significativamente.

Reducir la producción de carne implica menos tierra la siembra de cultivos destinados a la producción de alimentos para ganado, menos uso indiscriminado del agua, menos emisiones de gas metano de los desechos fecales de las reses y otros factores.

107 científicos se han unido para preparar este documento bajo el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas.

Según los expertos, la tierra, si se usa de manera más eficiente, puede almacenar una gran cantidad de carbono emitido por los seres humanos. Las discusiones se llevaron a cabo en Ginebra, en Suiza.

Por supuesto, los científicos no pretenden obligar a ninguna persona a dejar de consumir carne; son conscientes de que hay lugares en la Tierra donde solamente está disponible la proteína animal para alimentarse sin muchas más opciones (como por ejemplo los pueblos esquimales o inuit).

Pero según el profesor Pete Smith, un científico ambiental que trabaja con la Universidad de Aberdeen en el Reino Unido, Occidente consume demasiada carne y, en consecuencia, también desperdiciamos mucho. Esto da como resultado emisiones de efecto invernadero que se han relacionado con el desperdicio y la pérdida de alimentos. Puede llegar a alcanzar casi el 8-10% de las emisiones globales totales del planeta. También puede provocar desertificación y daños en el suelo, ambos contribuyentes al cambio climático.

Los expertos advierten además que hay muchos gobiernos que están cultivando árboles con el único propósito de quemarlos como combustible fósil.

La carne y el cambio climático

La crisis climática que ya vivimos afecta nuestro suministro de alimentos. Debido al cambio climático (lluvia errática, temperaturas extremas y otros), nuestro suelo y ganado se ya se ven afectados de forma negativa.

Por otro lado, la agricultura en sí misma contribuye al cambio climático al producir una cuarta parte de los gases de efecto invernadero; la mayoría de las cosechas agrícolas del mundo están destinadas a la producción de alimentos para ganado. La cría de reses para carne y leche produce emisiones de gas metano, así como la tala de árboles para crear pastos.

Desafortunadamente, el consumo de carne también está creciendo en todo el mundo, principalmente en China, donde el crecimiento económico y una clase media cada vez más grande y fortalecida come más carne como símbolo de estatus, a pesar de los intentos del gobierno chino de promover la comida tradicional y folclórica.

Según la ONU, las acciones a tomar de forma urgente son: 

• Proteger los bosques naturales, especialmente los de las regiones tropicales.
• Consumir frutas y verduras y reducir el consumo de carne.
• Promover la agrosilvicultura, o sea la mezcla de cultivos alimenticios con árboles.
• Mejorar la diversidad y la rotación de cultivos y evitar los monocultivos industriales.