CALENTAMIENTO GLOBAL

El cambio climático trae plagas y pérdidas agrícolas al Ártico

Las partes que otrora estaban cubiertas de hielo ahora son verdes y hasta oscuras por culpa del calentamiento global, especialmente algunos arbustos cruciales para la agricultura local.

En el sur de Alaska en 2012, las polillas geométridas y otros insectos arrasaron con arbustos que se volvieron marrones y no dieron frutos. Foto: Servicio Forestal de EE.UU.
En el sur de Alaska en 2012, las polillas geométridas y otros insectos arrasaron con arbustos que se volvieron marrones y no dieron frutos. Foto: Servicio Forestal de EE.UU.

El pueblo chugach de la península de Kenai, en el sur de Alaska, ha recogido bayas durante generaciones. Los arándanos y las moras dulces tipo frambuesa se hornean en tartas y se convierten en mermeladas. Pero en el verano de 2009, los arbustos permanecieron marrones y las bayas nunca aparecieron. De ahí en adelante, todo fue de mal en peor. 

Durante tres años más, las cosechas fracasaron. «Golpeó muy fuerte a las comunidades», dice Nathan Lojewski, gerente forestal de Chugachmiut, un consorcio tribal sin fines de lucro que agrupa siete aldeas en la región de Chugach.

Los arbustos de la baya habían sido devastados por las orugas de las polillas geométridas: el gusano Bruce (Operophtera bruceata) y la polilla otoñal (Epirrita autumnata). Los insectos pusieron sus huevos en el otoño, y tan pronto como los brotes de las hojas comenzaron a crecer en la primavera, los huevos se incubaron y los gusanos de la pulpa se comieron los tallos.

Las aldeas no sabían cómo lidiar con estas plagas porque, básicamente, nunca habían tenido plagas en la región.

Después de que los bichos se comieron todas las flores y los tallos verdes, en el verano boreal los arbustos no dieron frutos. Gigantescas manchas marrones de arbustos inertes se veían por kilómetros. La cosecha fue un total desastre.

Bayas Salmonberry
Bayas Salmonberry

Volvieron para comérselo todo

En el verano de 2017, casi una década después de la primera infestación, los insectos regresaron. “Obtuvimos algunas bayas, pero no tantas como antes”, dice el anciano de Chugach Ephim Moonin padre, cuya casa en el pueblo de Nanwalek está flanqueada por altos arbustos de bayas salmonberry. «El año pasado, de nuevo, casi no hubo cosecha», se lamentó.

Durante más de 35 años, los satélites que rodean el Ártico han detectado una tendencia de «ecologización» en los paisajes más septentrionales de la Tierra. Los científicos han atribuido esta descarga verde a un crecimiento de plantas más vigoroso y una estación de crecimiento más prolongada, impulsada por las temperaturas más altas que vienen con el cambio climático.

Pero recientemente, los satélites han estado detectando una disminución en el verdor de la tundra en algunas partes del Ártico. Esas áreas parecen ahora estar todas amarronadas.

El Ártico se está calentando de dos a tres veces más rápido que el resto del planeta, y la mayor parte del aumento de la temperatura se produce en el invierno. Alaska, por ejemplo, ha calentado 2 grados centígrados desde 1949, y los inviernos en algunas partes del estado, incluyendo el centro sur de Alaska y el interior del Ártico, son en promedio 5 grados C más cálidos.

 

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