Crisis del plástico: El mundo consume cada vez más agua embotellada. ¿Cómo podemos cambiar eso?

Desde la década de los 90s hasta el presente, el agua embotellada ha sido un negocio mundial de crecimiento constante. La brecha con otras categorías de bebidas es cada vez más grande: antes las gaseosas y bebidas ultra azucaradas dominaban pero la gente cada vez tiene más consciencia de su salud.

Lo que la consciencia colectiva no ha desarrollado es el cuidado por el medio ambiente, especialmente en el tema de liberación de plástico que está destruyendo el planeta.

Y la realidad no es halagüeña en ninguna parte del mundo: los italianos beben 188.5 litros de agua embotellada por año, mientras que en España el consumo es de 121 litros.

En Estados Unidos, el plástico se usó para empacar el 46%de los envases de bebidas el año pasado, según muestran las cifras de la empresa Beverage Marketing. Eso es un aumento de 39.6% por ciento desde 2013. Las latas se registraron en segundo lugar el año pasado con 34.4%, seguidas de vidrio con 14.3%.

Lo más extraño de todo es que los países que más consumen agua embotellada en plástico son los que más alto acceso al agua potable tienen, como es el caso de Alemania, Estados Unidos, España, Hungría, Bélgica y Francia, mientras que los países más pobres del mundo consumen menos litros de agua embotellada per cápita.

¿Qué opciones hay?

En Uruguay, el consumo de botellas de agua, desde las más pequeñas de medio litro hasta los bidones de seis litros, está ampliamente difundido, a pesar de que en la mayor parte del país hay acceso al agua potable.

Pocas intendencias tienen planes claros sobre el reciclaje de desechos plásticos, por lo que las acciones individuales son más que importantes para generar un cambio.

Actualmente hay disponibles en el mercado nacional varios tipos de jarras de agua con filtros de carbón activado u otros sistemas que permiten convertir agua de la canilla en agua totalmente limpia y filtrada, además de quitarle el sabor a hipoclorito de sodio y químicos potabilizadores.

Cada jarra tiene un filtro que se puede usar por tres meses (o hasta cuatro, dependiendo del uso) y tienen precios que oscilan entre los 350 y 500 pesos, aproximadamente. Tomando en cuenta que un bidón de seis litros de agua ronda los 94 pesos en el mercado hoy en día, una persona que tome dos litros de agua usando una jarra con filtro habrá ahorrado cerca de 2.800 pesos en tres meses. 

También se encuentran en el país sistemas que se instalan directamente a la canilla de la pileta, o bien a la salida del tanque de agua de la vivienda o el edificio. Varían dependiendo de la capacidad, la calidad y la marca del sistema.

En todo caso, cualquiera de estas opciones nos ayudan a liberar menos plástico al medio ambiente, un problema del cual no nos estamos haciendo cargo completamente.