¿Tiene sentido seguir probando en animales?

Las pruebas con animales son un tema candente con montones de opiniones de cada lado, a favor y en contra. Es una industria donde hay compañías enteras dedicadas a la cría de animales utilizados con fines experimentales. Se puede ordenar perros beagle, ratas, cerdos, monos o ratones (por mencionar algunos) según lo que el laboratorio quiera probar.

Universidades, corporaciones y empresas juegan un papel importante en la perpetuación del uso de animales como sujetos de investigación, pero ¿es necesario a estas alturas del mundo?

Estas crueles prácticas incluyen poner ácidos en los ojos, potentes mezclas químicas en la piel, o cosas más fuertes como cánceres y tumores provocados, pero hay alternativas gracias a la tecnología.

• Una nueva tecnología desarrollada por el profesor James Hickman, en la Universidad Central de Florida, imita la función muscular humana estándar, lo que permite a los investigadores monitorear las funciones musculares y su respuesta a diferentes tratamientos sin usar sujetos humanos o animales.
• El estudiante de doctorado en bioingeniería Alan Faulkner-Jones comenzó a ser pionero en el uso de la impresión 3D para reemplazar las pruebas en animales. Hoy en día, a partir de células madre, se pueden imprimir versiones miniatura de casi cualquier órgano totalmente funcional.
• Un equipo de científicos de Maryland, EE.UU., está usando células madre adultas que pueden crecer en células de casi cualquier órgano del cuerpo, lo que creen que les permitirá probar los efectos de una toxina o una droga (potencialmente cualquier sustancia) de manera más precisa y más rápida) en una persona, eliminando la necesidad de sujetos animales.

Contra la crueldad en el laboratorio

Productos tan cotidianos como los lentes de contacto, los pañales para bebé o adulto, alimentos para mascotas y hasta edulcorantes son probados en animales de las formas más horrendas imaginables.

Entre las pruebas más comunes están:

• Pruebas de químicos en ojos para comprobar la irritabilidad.
• Prueba de dosis letal de productos, para determinar qué tan tóxico es un medicamento o producto de uso doméstico.
• Pruebas de corrosión cutánea, para determinar el nivel de daño que un químico puede causar en la piel.

Organizaciones enteras como la New England Anti-Vivisection Society (Sociedad de anti-vivisección de Nueva Inglaterra, NEAVS), el Comité de Médicos por la Medicina Responsable (PCRM), la National Anti-Vivisection Society (Sociedad Estadounidense Anti-vivisección, NAVS), por nombrar algunas, están dedicadas a aumentar conciencia sobre las pruebas con animales y el apoyo y el desarrollo de alternativas humanas y precisas, que están cada vez más disponibles. Pronto, no habrá excusa para no usar alternativas.