Argentina estrenó la primer escuela pública sustentable, siguiendo el modelo uruguayo
"Estos chicos van a salir de aquí con un mensaje que ayudará a cuidar la Tierra y tener para todos un mundo mejor", manifestó la directora del centro educativo
Se inauguró en Mar Chiquita, Argentina, la segunda escuela pública «100% sustentable» de América Latina, que se realizó con la participación de la ONG uruguaya Tagma —encargada de construir la escuela de Jaureguiberry, Canelones— junto a Michael Reynolds, creador de la bioarquitectura.
De acuerdo a Juan Pablo Méndez, responsable de comunicación de Tagma, las construcciones comenzaron el 1º de marzo «y ya está inaugurada gracias a la colaboración de 500 voluntarios, varios de los cuales llegaron desde otros países solo para colaborar y ser parte del proyecto».
Para la construcción se utilizó aproximadamente 6.000 neumáticos, botellas de vidrio y plásticas, y más de 14.000 latas de aluminio, que en conjunción con el cemento, madera y cartón conforman la estructura de 300 metros cuadrados.
La instalación está repartida en tres aulas, dos salas de baño, y una galería que incluye una huerta. Aparte de estar construida con materiales reciclados, la Escuela Primaria Nº 12 cuenta con paneles solares en su techo, que le permite alumbrar todo el complejo sin necesidad de recurrir a una red de energía externa. Además, las propiedades de los materiales utilizados en su construcción, hacen que la temperatura dentro del edificio siempre se mantenga en torno de los 18ºC a 25ºC todo el año sin necesidad de utilizar algún tipo de climatizador.
Emoción
La inauguración de la escuela 100% sustentable generó muchas emociones en los pobladores de Mar Chiquita, especialmente en aquellas personas que estuvieron o están vinculados al centro educativo.
«Ámenla, respétenla, quiéranla», pide de forma emotiva Graciela Pizzo, quién supo ser directora por 14 años desde fines de los ’70 en el edificio original de la Escuela Primaria Nº 12. «La amamos, la respetamos, la queremos», le manifiesta Karina Cando, actual directora.
Mientras, Luisa Llano, una jubilada docente, le asegura a los vecinos que participan de la inauguración que le «gustaría tener 20 años menos para trabajar y ser parte de esto».
«Unos traían facturas, otros venían a ayudar y entre otros les organizamos una pollada para todos los que trabajaron en la obra», contaron Lita y Juan Carlos Díaz, residentes de Mar Chiquita desde hace 45 años.
Te recomendamos
Salvemos Punta Ballena: Ministerio de Ambiente fijó fecha para audiencia pública
El Ministerio de Ambiente recibirá a la ciudadanía preocupada que podrá opinar y exponer sus puntos de vista sobre el controversial proyecto inmobiliario multimillonario que pondrá en peligro el paraje natural de Punta Ballena.
Compartí tu opinión con toda la comunidad