POR ORDEN REAL

La reina le declara la guerra al plástico

La reina Isabel II está prohibiendo los sorbitos y botellas de plástico en las propiedades reales, reduciendo el desperdicio de cientos de toneladas de estos productos contaminantes.

Foto: Wikimedia Commons.
Foto: Wikimedia Commons.

La Reina Isabel II del Reino Unido tuvo un despertar ecológico y se volvió una aguerrida combatiente del plástico desechable o de un solo uso.

Según informó el diario británico The Telegraph, monarca está detrás de los planes del Palacio de Buckingham de eliminar los plásticos de un solo uso de los cafés públicos, las residencias reales y los comedores del personal.

En cambio, las empresas de catering reales utilizarán platos y vasos de porcelana o de papel reciclables. La comida para llevar de los cafés de la Royal Collection debe estar hecha de un envoltorio biodegradable o compostable.

«En toda la organización, la Casa Real está comprometida a reducir su impacto ambiental», dijo un portavoz del palacio, según el Telegraph. «Como parte de eso, hemos tomado una serie de medidas prácticas para reducir el uso de plásticos. En todos los niveles, hay un fuerte deseo de abordar este problema», agregó.

Causa real por el medio ambiente

Según explica el medio, la Reina se inspiró para actuar después de trabajar con el famoso naturalista Sir David Attenborough en un documental de conservación sobre la vida silvestre en la Mancomunidad, que se emitió por la BBC.

El documental «Blue Planet II» de Attenborough, que se emitió el año pasado, destacó los efectos devastadores del plástico en nuestros océanos y en la vida marina.

La familia real es altamente influyente en la sociedad británica, por eso el hecho de que esté dedicada a una serie de causas ambientales puede tener resultados positivos. El año pasado, el Príncipe Carlos ayudó a lanzar un concurso con un premio de US$2 millones para evitar que 8 millones de toneladas de plásticos ingresen a nuestros océanos cada año, lo que Carlos describió como un «desastre ecológico y humano en aumento».

Legisladores británicos de distintas bancadas políticas también están pidiendo más acciones para luchar contra la contaminación plástica. La prohibición de las microesferas entró en vigor en Gran Bretaña el mes pasado, una iniciativa que «evitará que miles de millones de piezas de plástico ingresen a nuestro ecosistema, ayudando a proteger nuestros preciosos mares y océanos», tuiteó entonces la primera ministra Theresa May.

En 2015, se introdujo una tarifa de 5 peniques (5 centavos británicos) en bolsas de plástico, lo que llevó a utilizar 9 mil millones de bolsas menos.

 

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