PROTECCIÓN URGENTE

Expedición submarina en la Antártida revela por qué necesita protección

Una expedición sumergible a una región del lecho marino antártico que nunca ha sido visitada por humanos ha revelado una abundancia de vida y un ecosistema próspero en las frígidas profundidades del agua que rodea al continente congelado.

Foto: Christian Åslund / Greenpeace
Foto: Christian Åslund / Greenpeace

Una reciente expedición de investigadores visitó las aguas del mar de Weddell, hogar de pingüinos, focas leopardo y ballenas, en un intento por resaltar no solo su asombrosa variedad de vida, sino también su fragilidad y la necesidad de protección.

Coordinado por el grupo ambientalista Greenpeace, el objetivo del proyecto era registrar lo que se encuentra con el fin de ayudar a construir el caso para crear la reserva de vida silvestre más grande del mundo.

Foto: Christian Åslund / Greenpeace
Foto: Christian Åslund / Greenpeace

«Nuestra primera inmersión en el Océano Antártico fue increíble», explicó a la revista IFLScience John Hocevar, un biólogo marino que piloteó el submarino. «Realmente no sabía qué esperar, pero vimos mucha vida, era muy diversa. Había muchas especies de esponjas, corales, chorros de mar, muchos tipos diferentes de estrellas de mar y sus parientes, estrellas de cesta, estrellas de plumas», aseguró.

Mucha vida

A pesar de las condiciones remotas y duras, y de estar a miles de kilómetros de cualquier asentamiento humano existente, los mares que rodean la Antártida suelen ser patrullados por flotas pesqueras y cazadoras, poniendo el delicado ecosistema en peligro real de sufrir daños irreversibles e irreparables.

Foto: Christian Åslund / Greenpeace
Foto: Christian Åslund / Greenpeace

Esto ha movido a conservacionistas y ecologistas a convertir una gran extensión de 1.8 millones de kilómetros cuadrados de las aguas que rodean a la Antártida en una reserva de vida silvestre, para proteger no solo a las ballenas y pingüinos, que son los habitantes más visibles, sino también una multitud de otrass asombrosas criaturas que también llaman hogar a estas heladas aguas.

«Esta es la etapa inicial del trabajo de investigación que estamos realizando, pero hay indicios claros de un ecosistema marino vulnerable en las imágenes iniciales reunidas en el fondo del mar», dijo a Greenpeace la doctora Susanne Lockhart, bióloga antártica que tuvo la suerte de descender en el submarino. «Haremos una mayor exploración del fondo del mar para ayudar a determinar áreas específicas que deberían ser una prioridad para la protección contra la pesca comercial en estas aguas cristalinas, y seguiremos reuniendo las pruebas para apoyar las propuestas de protección en las aguas de la Antártida», concluyó.

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