California vuelve a arder: Incendio descontrolado obliga evacuación de 27.000 personas

Un nuevo desastre ambiental está teniendo lugar en el estado de California, en la costa oeste de Estados Unidos. Un voraz incendio forestal está destruyendo cientos de hectáreas de terreno, con bosques y pueblos incluidos, siendo ya cerca de 200 los edificios destruidos por las llamas.

Las autoridades de la ciudad han evacuado de forma obligatoria más de 27.000 y a desalojar escuelas, universidades, carreteras y varias autopistas. En total, 1.100 efectivos de bomberos están trabajando en combatir un nuevo desastre ambiental en un estado que atraviesa una severa sequía hace casi una década, y que cuyas perspectivas de mejorar son inciertas.

Viento y sequedad, la combinación letal

Fuertes vientos, las altas temperaturas y un ambiente sumamente seco son las condiciones adversas con las que batallan los bomberos en una carrera contrarreloj.

Precisamente, los vientos impiden los trabajos aéreos, complicando los sobrevuelos con aviones especiales que pueden depositar sobre el fuego grandes cantidades de agua, o helicópteros para la inspección de las zonas afectadas.

Más de 260.000 viviendas se han quedado sin electricidad en las últimas horas, y un hospital psiquiátrico quedó convertido en cenizas, mientras que unas 8.900 quedaron destruidas.

Según declaró a medios locales Mark Lorenzen, jefe de bomberos del condado de Ventura (uno de los más afectados), «el crecimiento del incendio ha sido absolutamente exponencial» y actualmente se encuentra «fuera de control».

Los «vientos de Santa Ana», propios de esta temporada del año, están obligando a bomberos a intentar «adelantarse» a su avance, «evacuar a las personas y proteger las estructuras», según explicó Lorenzen.