El gas natural, ¿el más limpio de los combustibles fósiles?

El gas natural es el mismo que usas para la calefacción y para cocinar, el mismo que te llega por tubería o en garrafa, por lo que saber qué estamos quemando en nuestras casas no nos debería ser ajeno.

A este punto de la discusión, para muchos parece absurdo que las industrias y Estados sigan defendiendo y promoviendo el consumo de combustibles fósiles. Incluso, algunos señalan a personajes como Barack Obama, y su secretario de Energía, Ernest Moniz, quienes sostenían que el gas natural puede actual como «combustible puente» hacia un eventual cambio del carbón y petróleo hacia fuentes renovables y ecoamigables.

Pero la verdad es mucho más complicada que eso, incluso desde un punto de vista de la información en que se le da a la ciudadanía. A primera vista, el gas natura parece ser «más limpio» porque no libera tanto dióxido de carbono (CO2) cuando se quema como combustible. Sin embargo, cuando se tiene en cuenta que libera gran cantidad aún desconocida de metano (un gas de efecto invernadero mucho más potente pero de corta vida) su impacto climático se sale de los parámetros que lo puedan dejar calificar como «combustible limpio».

Para empeorar las cosas, cuando el gas natural se extrae mediante el método de perforación horizontal, conocido como fracturación hidráulica (fracking), el impacto es mucho peor en el medio ambiente, incluso más fuerte que el de otros combustibles como el carbón o el petróleo.

Censura a la industria

Cuando todos los factores se tienen en cuenta, se hace evidente que el gas natural no es el combustible maravilla que la industria y sus animadoras nos harían creer.

La gran pregunta que surge entonces es, ¿cómo debe la sociedad manejar este tipo de giro y desinformación de la industria? En Europa, han decidido censurar a las empresas de energía sucia que están tratando de convencer al público de que el gas natural es una alternativa más limpia al carbón y al petróleo.

La entidad estatal de censura de los Países Bajos ha decidido censurar formalmente a las empresa Exxon y Shell, copropietarias de una empresa holandesas, por anunciar que el gas naturas es «el más limpio de todos los combustibles fósiles». La campaña publicitaria con esta afirmación se ejecutó a principios de este año, y la reprimenda se basa en otro hecho reciente, pues hace sólo dos meses, la agencia también amonestó a Statoil por hacer la afirmación de que el gas natural era un «combustible de bajas emisiones» y por calificarlo de «energía limpia».

«Quieren que creamos que el gas es limpio y que apoyan la transición a la energía renovable. Detrás de las mamparas vemos cómo las mismas compañías hacen lobby en contra de esta transición. Para prevenir un cambio climático catastrófico, necesitamos poner fin a la dependencia de todos los combustibles fósiles, incluido el gas», afirmó Paul Clerk, representante de la fundación Amigos de la Tierra Europa.

El ente regulador holandés entiende que el gas natural no es ni limpio ni revolucionario, y ciertamente no es un «combustible de puente». En todo caso, las afirmaciones constantes de que el gas natural es limpio están evitando que algunos países hagan el cambio a fuentes renovables de energía, aun cuando ese sector continúa mostrando un crecimiento fenomenal.