CALENTAMIENTO GLOBAL: ¿MITO O HECHO?

Trump y su colisión estrepitosa contra el G-20 en material medioambiental

Después de agitadas protestas contra la cumbre del G-20, en Hamburgo, dio inicio una re las reuniones más importantes para la economía mundial, pero también para el futuro del medio ambiente.

Foto: The White House
Foto: The White House

A medida que las conversaciones se van profundizando en el G-20, el nuevo negacionista del cambio climático, Donald Trump, ya está sometido a intensa presión en toda la conferencia, tras su decisión de sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París.

La canciller alemana Angela Merkel, anfitriona de la cumbre, declaró públicamente que la cumbre de este año se centrará en el fortalecimiento del Acuerdo de París, que «la coloca en la trayectoria para una colisión directa con el presidente de Estados Unidos», según publica BBC.

Aseguró a los medios de comunicación que, a pesar de la postura de Trump, abordar el cambio climático sigue siendo una prioridad para todo Europa, incluso más allá de la Unión Europea, que hablará con «una sola voz» sobre el tema durante la cumbre.

«La Unión Europea mantiene incondicionalmente su apoyo al Acuerdo en París y lo aplicará con rapidez y determinación», dijo Merkel ayer jueves frente al Parlamento alemán. «Desde la decisión de los Estados Unidos de abandonar el acuerdo climático de París, estamos más decididos que nunca a hacerlo un éxito», agregó la canciller.

Merkel cuenta con el absoluto respaldo del presidente francés Emmanuel Macron, cuya administración anunció que prohibirá la venta de autos a hidrocarburos en el país para el año 2040.

«Europa reafirmará claramente su firme compromiso con los acuerdos de París», declaró Macron a la prensa, y añadió: «Espero que los otros puedan volver a apelar a su sentido común».

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Presión y dobles estándares

Su vecino fronterizo, Canadá, también le está punzando la espalda a Trump en temas de cambio climático. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró en conferencia de prensa el jueves que le dirá a Trump que «es importante asumir un papel de liderazgo en la lucha contra el cambio climático y crear buenos empleos».

Varios medios, como Oli Change, han criticado a los líderes del G-20, tachándolos de hipócritas por hablar mal de Trump y sus políticas medioambientales, a la vez que otorgan cuatro veces más financiamiento a las industrias de los combustibles fósiles y energías sucias, que a las de fuentes energéticas renovables y limpias.

En total, la financiación pública a los combustibles fósiles, por parte de los países del G-20 promedia unos 71.800 millones de dólares al año.

Según critica el periodista Andy Rowell, del portal ecowatch.com, «si realmente están promoviendo el liderazgo climático, entonces las palabras no son suficientes. Aunque por otro lado, no se debe permitir que Trump salga con la retirada del acuerdo de París para satisfacer a la derecha alternativa de su país y sus amigotes de los combustible fósiles».

Al lado del matón, Putin es moderado

Trump ha sido consecuente en una cosa: su prosa confrontativa, violenta y narcisista ha predominado desde el lanzamiento de su campaña presidencial. Además ha discursado a favor de las industrias petrolífera, carbonífera y nuclear y ha insistido en ridiculizar a quienes afirman que el cambio climático es un hecho.

Putin sigue del lado del Acuerdo de París: «esbase segura para la regulación del clima a largo plazo» y Rusia quería hacer una «contribución integral a su implementación», según el mandatario. Su posición lo convierte en una valiosa moneda de cambio para obtener favores de cualquiera de los países del G-20. La economía rusa es alimentada por el petróleo y el gas y su influencia política viene en parte proveyendo a gran parte de Europa con ese gas.

Aún con todo su poder, Trump está viendo cómo en el G-20 se le meten hasta el living de la casa con panfletos en pro del medio ambiente y en contra de su negacionismo climático: el esposo de Merkel, Joachim Sauer, tiene planeado darle a Ivanka y Melania Trump una visita por el Centro de Informática Climática de Alemania, que ha estado modelando datos climáticos durante décadas. Sauer es profesor de química física y teórica y se presume que podría darle una o dos datos importantes a estas mujeres, que tal vez lleguen a influenciar al mandatario estadounidense en esos particulares.

Y aunque Trump llegue a la cumbre relativamente intacto, su posición sobre el cambio climático seguirá siendo continuamente desafiados por las ONGs, los científicos, los medios de comunicación y, por supuesto, los ciudadanos del mundo. Será el tema que atormente a su presidencia hasta su amargo final.

 

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