Un anciano japonés lleva 25 años visitando a un amigo en las profundidades del océano

Hiroyuki Arakawa es el supervisor del santuario marino de la religión Sintoísta "Torii", en la bahía de Tateyama en Japón. Por 25 años ha formado una amista con un peculiar pez oveja, que se llena de emoción cada vez que Hiroyuki viene.

 

«Yo podría decir que nos entendemos el uno al otro. No es como que podamos hablarnos, pero sucede naturalmente», afirma Hiroyuki. El anciano es el único que se puede acercar y darle un beso en la frente a Yoriko, el pez oveja.

 

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