SEMILLAS

‘Bóveda del fin del mundo’ amenazada por el calentamiento global

El Banco Mundial de Semillas de Svalbard, conocido como la "Bóveda del Fin del Mundo", almacenas cientos de miles de semillas de todo el mundo, pero está en peligro por el cambio climático.

Foto: Wikimedia Commons
Foto: Wikimedia Commons

El Banco Mundial de Semillas de Svalbard, ubicado en el archipiélago de Svalbard, en el océano Glacial Ártico, al norte del continente europeo y parte del Reino de Noruega, contiene unas 800.000 especies de semillas en condiciones especiales, que servirán para cultivar alimentos en caso de algún cataclismo global.

Es una gigantesca despensa subterránea, ubicada a 120 metros de profundidad, impermeable a la actividad volcánica, radiación, movimientos telúricos y crecidas del nivel del mar, y se erigió adentro de una mina de carbón abandonada, específicamente en la isla de Spitsbergen.

La temperatura es constante de -18°C, gracias a un sofisticad sistema de refrigeración, para conservar las semillas vivas pero en una suerte de estado criogénico. Si los sistemas fallaran, el permafros (capa de hielo permanentemente congelada) que está debajo no permitirá que la temperatura supere los -3°C.

Daños en el año más caluroso de la historia

El 2016 tuvo las temperaturas más altas jamás registradas, por lo que autoridades de Noruega -país que fundó el banco en 2008- recorrieron a final de año las instalaciones. Dicho calor global causó daños en la bóveda por el derretimiento del permafrost, que causó una pequeña inundación en el túnel principal de ingreso. Sin embargo, por las temperaturas adentro y afuera, el agua se congeló.

Para protección adicional, el túnel de cien metros que conduce a los visitantes desde la puerta exterior hasta los estantes con las semillas, fue construido en zigzag, en caso de que el agua que entre no se congele, tarde en llegar hasta las semillas y los encargados puedan intervenir antes de cualquier daño.

El Gobierno noruego prometió aumentar más la protección a cientos de miles de semillas venidas de todo el mundo, tanto de plantas comestibles como de flores y de árboles. De igual manera, cualquier fuente de calor que esté en el interior de la bóveda será removida y colocada en el exterior o en edificios aparte.

El Polo Sur, al otro extremo del planeta, también está sufriendo estragos por el calentamiento global. El 99% de la Antártida está cubierto por permafrost, y solo se tiene constancia de la existencia de dos especies de plantas con flores en uno de los extremos de este gran continente. Pero, según un nuevo estudio, publicado en la revista Current Biology, se observaron mantos verdes extendiéndose, a causa del aumento de las temperaturas globales.

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