Documental

«Alma Felina»: afirman que los gatos pueden pensar en pasado, presente y futuro

Un matrimonio que lleva más de 25 años retratando y filmando a los felinos en sus ambientes naturales, estrenó este domingo “Alma Felina” por Nat Geo Wild, en que no cabe duda que es un privilegio del ser huamano tener un amigo gato.

Se trata de una pareja de documentalistas y exploradores sudafricanos, Dereck y Beverly joubert que han logrado plasmar el comportamiento de estos depredadores en 22 documentales, seis trabajos científicos, diez libros y numerosos artículos para la revista National Geographic y ahora se encuentran luchando para salvar a todas las especies felinas cuyas poblaciones están declinando de manera catastrófica, como tigres, leones, pumas, jaguares y chitas.

Y es justamente éste, es uno de los temas centrales que motivó el desarrollo del documental “Alma Felina”. Ganadores de un Peabody, el World Ecology y cinco premios Emmy, los Joubert descubren las semejanzas que existen entre los felinos salvajes y sus primos hogareños, los gatos domésticos.

Dereck cuenta que, junto a su esposa, se alarmaron al saber el número de grandes felinos que estaban siendo eliminados de forma dramática por diversas causas. “Vinimos a la National Geographic Society y les pedimos que nos respaldaran en la “Iniciativa de los Grandes Gatos” (Big Cats Iniciative, en inglés), que se concentra en encontrar proyectos que puedan detener dicho declive.  Estamos ante declinaciones masivas alarmantes: los leones se han reducido de 450 mil a 20 mil, los leopardos de 700 mil a 50 mil. Sentimos que debíamos hacer algo. Hoy en día, tenemos alrededor de 95 proyectos en 27 países, todos sostenidos por donaciones de apenas de 5 o 10 dólares por persona, pero son cientos de contribuyentes”, explicó.

En su film, los Joubert muestran que los felinos de todos los tamaños son cazadores natos. Cuando detectan una presa, se activan los mismos músculos y se enciende la misma mirada y los mismos instintos en la mayoría de las especies de felinos, grandes y pequeños.

Por otro lado, Beverly confiesa que ellos son verdaderos amantes de los gatos. “Pasamos 25 años trabajando, filmando y fotografeando a estos grandes felinos. En los últimos años, nos atrajo una pequeña gata doméstica que nos hizo intrigarnos al ver como ella era, de todos los modos posibles, igual que un gato salvaje, y así se nos ocurrió realizar Alma Felina”.

Los gatos, muchas veces son puestos en segundo lugar, después de los perros, en cuanto a inteligencia en general, pero basado en recientes estudios, Dereck explica que no sólo son una magnífica maquinaria biológica sino que en realidad, son igual o más inteligentes que los perros. “Son capaces de pensar en pasado, presente y futuro, algo que pensábamos que sólo los humanos podíamos hacer. Además, cuando los gatos (en cualquier forma y tamaño que tengan) juegan, demuestran una gran imaginación. Lo que hace tu gato cuando salta sobre un ratón de juguete, es imaginar que lo está haciendo sobre uno real, y para imaginar hay que ser creativo”, expresó.

El futuro de los grandes gatos es incierto

Dereck y Beverly se conocieron en la escuela secundaria y muy jóvenes decidieron que no querían tener hijos para dedicarse a explorar y descubrir los escenarios salvajes de África. Ambos coproducen el film; Beverly se ocupa del audio y la fotografía fija, destinada a libros y muestras que forman parte del mismo proyecto, y Dereck, de la filmación, que transcurre en todo tipo de paisajes.

Para este último, el futuro de los grandes gatos es incierto. «En la primera etapa -afirma-, se van a retraer a las áreas protegidas y todo lo que quede afuera va a desaparecer. Eso es algo contra lo que peleamos, porque pensamos que no deberíamos tener límites estrictos por dentro de los cuales todo está protegido y por fuera de los cuales todo haya desaparecido. En África están ocurriendo cosas tremendas, hay una tremenda explosión de ganado, lo que hace más crítica la protección de los felinos en los parques nacionales. Con nuestra fundación «Great Plains» compramos tierra en corredores entre los parques nacionales, porque estamos desesperados por mantener espacios que son importantes para la diversidad genética.»

Y concluye: «Todos los problemas de los grandes felinos caen dentro de dos posibles categorías: ignorancia o codicia. Muchos leones son asesinados por cazadores. Tenemos que pelear contra esto. Es apremiante luchar contra la ignorancia. Ya no nos podemos dar el lujo de esperar. Sus poblaciones están reduciéndose tan rápidamente que si dudamos ahora, seremos responsables de la extinción de los grandes felinos en el mundo entero”.

Y vale agregar, que así haremos con todo el resto de las cosas vivientes de este mundo, la extinción de los felinos es sólo un ejemplo.

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