Energía solar será más barata que el carbón en 2025

El sol como fuente renovable de energía gana terreno cada año. Al mismo tiempo y de forma paralela, el aumento del consumo de productos para producir energías limpias hacen que los costos de producción sean cada vez más bajos y los precios para el consumidor final bajan.

Emiratos Árabes es un ejemplo claro de esto: una subasta de energía solar llevaba a cabo en 2016 terminó con una oferta de 2.42 centavos de dólar por kilowatio hora, una cifra que es casi la mitad que la alcanzada el año anterior en el mismo evento.

Chile es otro país que siguen esa tendencia, pues una subasta de agosto del año pasado terminó con una oferta de 2.91 centavos por kWh. La industria solar chilena está en auge y los costos de la electricidad están por los suelos, para beneficio de los consumidores y la economía en general.

Mercado mundial dinámico

El mercado mundial se está viendo dinamizado por las energías limpias, no solo por la solar sino también por la eólica -en la que Uruguay ha logrado grandes avances- y la hidráulica, con la que Costa Rica logró generar cerca del 97% de su energía sin usar hidrocarburos o plantas nucleares.

Arabia Saudita, Jordania y México planean realizar subastas este año con la idea de bajar aún más los precios de la generación limpia.

A este ritmo, para el año 2025 la energía solar podría llegar a ser más barata que la generada con carbón. Esta última es una de las grandes causantes de la contaminación y de los gases de efecto invernadero que tienen a China en una densa nube de smog.

En nuestro país, la forma de producción que ganas más terreno es la eólica. 22 nuevos proyectos y más de 500 molinos mueven una industria que combina la rentabilidad y la ecología, para beneficio del todos los interesados, incluso de la ciudadanía que no tiene inversiones directas, pero podría respirar un aire cada vez más limpio y puede consumir energía libremente, a sabiendas de que el su origen tiene un impacto ciertamente menor.

Países que importan carbón, como los de la Unión Europea o Brasil, podrían moverse hacia la generación solar más fácil que otros como China o India, que necesitarán más tiempo para superar su dependencia de este medio fósil.