UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA

Castilla y León prohíbe tauromaquia pero permitirá cazar lobos salvajes

El más reciente boletín oficial de la comunidad autónoma española de Castilla y León publicó que en el territorio de su jurisdicción se permitirá cazar hasta 143 lobos salvajes anuales hasta 2019.

Canis Lupus, nombre científico de los lobos. Foto: Wikimedia Commons.
Canis Lupus, nombre científico de los lobos. Foto: Wikimedia Commons.

Naturalmente, las reacciones no se han hecho esperar, pues mientras hace pocos meses se prohibió el «Toro de la Vega», una tradición en un pueblo de Castilla y León en la que un toro muere brutalmente golpeado por una multitud, ahora se permite la caza de lobos durante las temporadas cinegéticas 2016/2017, 2017/2018 y 2018/2019.

Un texto publicado por la Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León defiende que la caza de esta cantidad específica de lobos es «la mejor herramienta para su adecuada regulación poblacional».

El documento fue publicado en el boletín oficial de la comuna y está firmado por el Director General del Medio Natural, José Ángel Arranz Sánz.

Una decisión «indecente»

Para las organizaciones defensoras de los animales y del medio ambiente, la normativa no es sino «indecente y delictiva». Según afirmó Luis Miguel Domínguez, director de la ONG Lobo Marley, al sitió The Hufftington Post, «bajo la excusa de controlar la población se esconde la intención de diezmar la especie».

Domínguez aseveró que más de la mitad de los lobos que serán asesinados en Castilla y León, provienen de Portugal; el ese vecino país, la especie es protegida y el gobierno portugués recibe importantes ayudas económicas de Bélgica para su conservación. También agregó que la comuna es donde menos ataques de lobos a ovejas se dan, donde solamente 0.7% de los ejemplares de oveja han sido muertos por ataques de dichos canes.

Aunque no hay un censo preciso, según la ONG Lobo Marley, existen menos de 1.500 ejemplares, mientras que el Gobierno de la ciudad afirma que hay «más de 2.000″.

A los 143 ejemplares legalmente cazados se deben sumar aquellos que los ganaderos maten en defensa de sus reses u ovejas, y los que los guardias forestales tengan que sacrificar por acercarse a poblaciones o algún otro altercado.

 

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