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Un insecticida común mataría hasta un 40% de los espermatozoides en las abejas, lo que explicaría la disminución de su población

Un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, señala que un insecticida de uso común mata gran parte del esperma producido por los zánganos, una de las razones que podría explicar la caída de la población de las abejas.

Un insecticida común mataría hasta un 40% de los espermatozoides en las abejas, lo que explicaría la disminución de su población. Foto: Pixabay
Un insecticida común mataría hasta un 40% de los espermatozoides en las abejas, lo que explicaría la disminución de su población. Foto: Pixabay

Una investigación suiza publicada en la revista Proceeding of the Royal Society B parece haber encontrado una de las razonas por las que está disminuyendo la población de las abejas. La explicación tendría que ver con el uso de un insecticida de uso común que mata gran parte del esperma producido por los zánganos.

El tipo de insecticida de la familia de los nenicotinoides estaría influyendo en la reproducción de estos insectos, ya que aunque no mata zánganos, reduce la producción de espermatozoides vivos en las abejas que comieron polen tratado con éste en comparación con las que no lo hicieron.

Los investigadores encontraron que el pesticida actúa accidentalmente como anticonceptivo sobre los zánganos que tienen como tarea principal aparearse con la reina. Lars Straub, autor principal del trabajo y estudiante de doctorado e investigador de la Universidad de Bern explicó que eso no evita la reproducción completa, pero sí la dificulta.

En el experimento observaron que tanto los zánganos que comieron polen tratado con insecticida como los que no estuvieron expuestos a dicha sustancia produjeron aproximadamente la misma cantidad de espermatozoides. Mientras que la diferencia apareció cunado observaron el esperma con microscopio, encontrando que la abeja que no tuvo pesticida en su polen produjo un promedio de 1,98 millones de espermatozoides vivos, y la que tuvo neonicotinoides en su alimento un promedio de 1,2 millones.

Straub señaló que “existe una reducción en la viabilidad del esperma y en la cantidad de espermatozoides vivos, pero eso no significa que no hay espermatozoides vivos”, mientras que resaltó que la cuestión es saber si aún sobrevive suficiente esperma para hacer la tarea.

Las abejas reinas generalmente realizan un vuelo de apareamiento y almacenan esperma.

Reducción de la población

Por su parte Geoffrey Williams, coautor del estudio e investigador de abejas en la Universidad de Bern, aseguró que todavía no saben cómo estarían dañando los insecticidas el esperma, pero al parecer es algo que pasa después de que se produce.

A principios de 2016 PLOS One publicó otro estudio que advertía sobre la alta tasa de muerte de colonias de abejas en Estados Unidos y que esto coincidía con reinas malogradas. Mientras que las anomalías de las reinas fueron vinculadas a esperma muerto de zánganos.
Jeff Pettis, autor principal de aquel estudio de principio de año dijo que “las anomalías en las reinas son un problema grande y esto ayuda a explicarlo”, y advirtió “no son las reinas en sí, son los zánganos. Es significativo”.

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