ENEMIGO AMBIENTAL

La industria ganadera, uno de los grandes responsables de la deforestación

La industria ganadera deforesta más que la del aceite de palma, conocida por ser gran deforestadora del planeta.

La industria ganadera, uno de los grandes responsables de la deforestación. Foto: Pixabay
La industria ganadera, uno de los grandes responsables de la deforestación. Foto: Pixabay

Cada dos segundos se pierde un área de bosque equivalente a un campo de fútbol en el mundo. Los responsables de este desastre natural son muchos, pero las industrias alimentarias están muy relacionadas.

Los monocultivos de aceite de palma, un aceite barato para elaboración de agrocombustibles y productos alimenticios están relacionados desde hace varios años como uno de los grandes enemigos del medio ambiente y responsables de la deforestación. Sin embargo nuevos trabajos aseguran que la industria ganadera es aún más responsable de la pérdida progresiva de árboles y zonas verdes en el planeta.

El año pasado se lanzó el programa Forest 500, de la fundación Global Canopy Program que busca medir el progreso de gobiernos, empresas e instituciones financieras en la lucha contra la deforestación, una de las grandes amenazas ambientales. De acuerdo a él en los últimos años el 53% de las empresas productoras de aceite de palma y las fabricantes de productos derivados han reducido su impacto en la deforestación, mientras que contrariamente el 73% de la industria ganadera no ha adoptado todavía medidas para detener la desaparición de los bosques.

Según expresa un informe en el diario La Vanguardia, la situación es más grave en América Latina. En la última década, cerca del 75% de las áreas deforestadas en Centroamérica fueron convertidas en pastos para dar paso a la ganadería, así lo señala un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la cifra va en aumento.

La importancia de los bosques

Los bosques cubren el 30% de la superficie terrestre del planeta y son necesarios para absorber emisiones de gases de efecto invernadero, proporcionar agua, protección contra desastres naturales como las inundaciones, y la desertificación, así como para preservar la biodiversidad.

Sin embargo según datos de la FAO, cada dos segundos se pierde un bosque equivalente a un campo de fútbol.
La industria más destructiva

Diversas investigaciones han señalado a la ganadería como la industria más destructiva del planeta, y ésta está relacionada no sólo con la producción de carne y lácteos sino también con las pieles, la comida para mascotas, los cosméticos y hasta válvulas cardíacas.

El consumo de estos productos, principalmente la carne es algo que lejos de cesar, ha aumentado en los últimos años, ya que no se tiene conciencia sobre su impacto en el medio ambiente como por ejemplo sí se tiene sobre la importancia del reciclaje y la clasificación de la basura, el cuidado del agua potable y el uso de energías renovables. El consumo mundial de carne per cápita desde 1995 ha aumentado en un 15%, sin embargo los gases de efecto invernadero procedentes de la ganadería son más peligrosos que los del sector del transporte. En el año 2006 la FAO ya advertía sobre los gases de efecto invernadero procedentes de la ganadería como más dañinos que los del sector del transporte explicando que las deyecciones de los animales representan el 37% de las emisiones globales de metano, un gas de efecto invernadero 70 veces más potente y dañino que el dióxido de carbono.

De todas maneras las previsiones señalan que debido al crecimiento de la población y del «bienestar» en nuevos países en 2050 el consumo de carne crecerá en un 73%, mientras que el de los productos lácteos lo hará en un 58%.
Los expertos ambientales aseguran que la huella ecológica de la dieta carnívora es evidente en muchos factores: producción de gases de efecto invernadero, consumo hidríco, consumo de suelo y contaminación.

Proceso cárnico y efectos en el medio ambiente agua

La industria alimentaria utiliza en la actualidad cerca del 40% del espacio disponible en la Tierra. En la selva amazónica el 88% del terreno deforestado se destinó al pastoreo.

El mismo informe de La Vanguardia recoge un estudio elaborado en 2011 por la organización ecologista The Environmental Working Grupo de Estados Unidos que calculó las emisiones durante todo el ciclo-vida de la carne, desde el establo, al transporte, al procesamiento y venta, hasta la cocción y eliminación de los residuos.

Como resultado encontró que un kilo de cordero conllevaría una producción paralela de 39,2 kg de Co2 (el equivalente de casi 140 km en coche), de cerdo de 12,1 kg y de pavo de 10,9. Mientras que 13,5 kg de Co2 se liberarían a la atmósfera por cada kilogramo de queso producido y menos de un kilo para las lentejas.

En cuanto al consumo del suelo, teniendo en cuenta además del espacio ocupado por las granjas y los pastos, los cutlvios necesarios para alimentar a los animales, ya que la FAO asegura que el 50% de la producción mundial de cereales y el 90% de la soja están destinados a la alimentación del ganado, la industria alimentaria utilizaría hoy en día casi el 40% del espacio disponible en la Tierra.

El impacto también es importante e impactante en cuanto al consumo de agua, ya que por ejemplo comer una sola hamburguesa es equivalente a usar el agua necesaria para dos meses de duchas.

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