Diez consejos útiles para reducir la contaminación en el aire

Así como los humanos somos el problema, también tenemos en nuestras manos la solución. Cada persona puede cambiar sus hábitos para cuidar el medio ambiente y limpiar el aire. Aquí dejamos 13 formas de reducir la contaminación del agua:

Plantar un árbol: los árboles purifican el aire, combaten el calentamiento global, evitan la erosión y desertificación de los suelos, protegen la biodiversidad y cuidan el agua.

Comer menos carne: según el estudio de la FAO Naciones Unidas del año 2006, la industria de la carne genera el 18% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Esto supera incluso al transporte, que genera el 13%. La carne es fácil de remplazar por proteínas de origen vegetal, que son mejores para el organismo y no contaminan en su producción.

No usar productos en aerosol: casi todos los productos de este estilo dañan la capa de ozono, por lo que solo se deberían usar los que digan “sin CFC” en la etiqueta.

Usar menos el automóvil: siempre que sea posible, utilizar el transporte público o una bicicleta, por ejemplo, reduce enormemente la contaminación que hubiera sido producida por el coche. Además, caminar, utilizar patines o bicicleta mejoran la salud y contribuyen al organismo.

Compartir viajes: si es inevitable utilizar el automóvil, es recomendable compartir el espacio con más personas que vayan para el mismo lado, así la contaminación se reduce a la mitad.

Manejo seguro: optar por un estilo de manejo responsable y ecológico incluye, si se viaja en auto, acelerar y frenar solo lo necesario, anticipar las maniobras y mantener una distancia de frenado segura. Todo esto hace que el combustible rinda más y, por lo tanto, contamine menos.

Mantener el vehículo: realizar los services periódicamente es recomendable porque, al cambiar los filtros, el consumo de combustible se reduce y también lo hacen las emisiones de CO₂.

Neumáticos inflados: mantener en orden las ruedas del auto genera menor resistencia al rodado y aumenta el diámetro de las cubiertas, por lo que se logra un mayor rendimiento del combustible.

No usar aire acondicionado: en verano, siempre que se pueda es mejor abrir las ventanillas del automóvil antes que prender el aire acondicionado, que genera un consumo adicional de combustible de aproximadamente 10%. De todas formas, cuando se viaja a más de 85 km/h se recomienda lo contrario: cerrar las ventanas y usar el are, pues la resistencia del viento genera un incremento en el consumo del 20%.

No encender antes el auto: muchas veces cuando el clima está frío las personas prenden el auto antes de subir, para que caliente. Sin embargo, es preferible encender el auto y circular los primeros metros a bajas revoluciones para disminuir el consumo de combustible y reducir las emisiones de CO₂.