¿No reciclable? Piénsalo de nuevo: cuatro cosas que no sabías que podías reciclar

El reciclaje de los materiales más convencionales, como papel, recipientes plásticos, vidrios y aluminio es una realidad consolidada o en desarrollo en cada vez más países. Adquirir los bienes reciclados más convencionales y darles una nueva vida es un mercado en crecimiento, con una lista amplia de empresas que se enorgullecen de comercializar productos en envases reciclados.

Más allá de los grandes avances en las políticas de gestión ambiental de cada país y la mayor consciencia ecológica a nivel general, hay fuentes de desecho aún inexploradas. Estos materiales muy valiosos aún son identificados por la sociedad como “no reciclables”, tal es el ejemplo de los materiales de construcción, la basura electrónica, las peligrosas pilas y la ropa usada.

Materiales de construcción reciclados

Tomar una casa antigua y renovarla no es una práctica nueva, a la que se suma la más moderna tendencia de construir casas enteramente de materiales reciclados. Ventanas y puertas viejas o azulejos que han sido desechados en la fábrica son los más comunes, pero hay otros materiales no tan convencionales.

Los más ingeniosos han construido paredes enteras con «ladrillos» hechos de botellas plásticas o en base a neumáticos en desuso. Estas técnicas ecofriendly de construcción crecen en popularidad a medida que sus beneficios económicos y ambientales se hacen más visibles. Quizás años atrás construir una casa en base a materiales de desecho fuera catalogado como extraño, o incluso mal visto, pero hoy en día la opción de un hogar reciclado tiene un gran atractivo ambiental y económico.

Para los que sueñan con construir su propia casa y ven pintoresco trabajar manualmente cada rincón, los modos de construcción no convencionales cada vez son más populares por su eficacia y bajo precio. Pensando con creatividad cualquier cosa se puede convertir en material de construcción: latas de cerveza, botellas de vidrio, botellas plástico, neumáticos, bolsas de plastillera rellenas de tierra, y más.

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Reciclar computadoras y celulares

Los rápidos avances tecnológicos que impulsan el mercado de computadoras, celulares y tablets atraen el debate sobre obsolescencia programada en países de todo el mundo. Lo que se compra como “nuevo” se vuelve obsoleto tan rápidamente, dejando en manos del consumidor la decisión entre conservar o reparar este modelo inferior, o desecharlo y comprar uno nuevo.

Si estás pensando en cambiar de computadora, dos buenas alternativas son negociar con la tienda de electrónica que compren la vieja PC a un – muy – bajo precio y usar ese dinero para la nueva, o directamente donarla a una escuela u ONG local.

En Uruguay, el programa ANTEL Integra recicla y acondiciona computadoras para universalizar el acceso a la información libre mediante internet y contribuir con el medio ambiente. Se pueden donar torres, monitores a color, teclado, mouse y parlantes y partes internas de computadora. Desde el año 2012 ANTEL recicla celulares, cargadores y baterías.

Ropa de segunda mano

Donar la ropa que ya no se usa porque pasó de moda o no nos queda bien es algo bastante común, pero hay comunidades que van más allá para generar un verdadero cambio social y ambiental.

Las tiendas de ropa de segunda mano tienen su sede máxima en Estados Unidos, pero se han expandido a todo el mundo. En la actualidad se ha perdido el estigma de comprar ropa usada y son frecuentadas para hallar prendas de buena calidad a bajo precio y confeccionar un look vintage.

Si bien esta clase de tiendas sirve al propósito del reciclaje, en el Reino Unido están prosperando eventos organizados por tiendas o por grupos de amigas donde la ropa no se vende: se intercambia. El intercambio de ropa genera una economía alternativa, una suerte de trueque de preciados tesoros entre personas que lo valorarán tanto como el dueño anterior.

En el portal de The Guardian, recomiendan organizar eventos de intercambio de ropa y calzado con amigos, familiares y vecinos. “Para un evento de intercambio de pequeña escala, lo único necesario es un grupo de gente y una cantidad de ropa usada con amor”.

¿Qué hacer con las pilas viejas?

“¿Cómo reciclar pilas y baterías?” es una gran preocupación en países que carecen de un plan específico para enfrentar algo tan cotidiano como una pila gastada. La solución más popular, pero la más terrorífica para el medio ambiente, es enterrar las pilas en la tierra.

Pilas y baterías están compuestas por metales pesados y químicos altamente tóxicos, como mercurio, zinc, cromo, arsénico, plomo o cadmio. La biodegradación tarda más de mil años, período en el cual se introducen al ciclo del agua afectando microorganismos, plantas, animales y humanos.

Para reciclar pilas en Montevideo hay más de cien contenedores, los famosos “comepilas”. Para encontrar el contenedor específico cerca de tu casa puedes mirar el siguiente mapa.

Algunos consejos para reciclar las pilas con seguridad:

1. Elige aparatos que se conecten a la red eléctrica y no usen pilas.
2. En caso de necesitar pilas, prefiere aquellas recargables que no contengan cadmio.
3. Al elegir pilas alcalinas, selecciona aquellas con menos del 0.025% de mercurio.
4. Lo más importante: no arrojes las pilas junto al resto de la basura ya que el sistema de recolección no está preparado para hallarlas y tratarlas por separado.