EN ALASKA

Cifra récord de morsas luchan por sobrevivir, varadas en el deshielo ártico

El deshielo vertiginoso del Ártico debido a calentamiento global obliga a unas 35.000 morsas a intentar sobrevivir en tierra firme en Alaska, debido a que hábitat ha desaparecido.

Decenas de morsas ya han muerto

Para los científicos se trata del mayor éxodo de estos animales, que viven sobre el hielo y en el mar a zonas de tierra firme: tan solo en las costas de Point Lay, en Alaska, al norte de Anchorage, se han detectado desde aviones miles de animales de gran tamaño, los que muy difícilmente alcanzan esas latitudes.Algunos de los especímenes registrados medían más de tres metros y superaban largamente la tonelada, estiman los técnicos.

Fotografías de la Administración para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA) muestran también que decenas de morsas ya han muerto y los técnicos intentarán aterrizar en algún lugar cercano en los próximos días para recuperar algunos cadáveres y establecer las causas de muerte.

La temperatura del verano aumentó más allá de lo habitual este año, y la orilla de la placa de hielo donde viven las morsas ha retrocedido de forma significativa. El gran problema es que las morsas -que usan la plataforma helada para parir y criar a sus crías- a diferencia de las focas no pueden nadar ininterrumpidamente y deben subir a sitios sólidos, lo que logran con el apoyo de su gigantescos colmillos. Los gigantescos témpanos de hielo en que suelen habitar durante largos períodos prácticamente han desaparecido este año.

El retroceso del hielo se agudizó y las morsas parecen no saber dónde ir

Habitualmente las hembras y sus crías viajan al norte del Estrecho de Bering, al llamado Mar de Chuckchi, y deben regresar en otoño. Sin embargo el retroceso de los hielos hace que las morsas se enfrenten a lugares donde la profundidad costera es tan grande -más de dos quilómetros- que no pueden llegar al fondo, donde escarban en busca de su alimento.

El fenómeno de la migración ha sido detectado desde 2007, y se produjo nuevamente en 2009, ambos años con alta mortandad de animales.
El Fondo Mundial de la Naturaleza, ha informado que el fenómeno no está ocurriendo solamente del lado estadounidense del Mar de Chukchi, sino que los rusos están constatando situaciones similares en su costa.

La pérdida de la banquisa costera, en su sexto punto más bajo anual desde que comenzó la supervición de esas áreas en 1979, aparece así como un problema clave en la supervivencia tanto para las morsas como para los osos polares, afirman los técnicos.

Las morsas («Odobenus rosmarus»), son el mayor animal semiacuático del planeta pudiendo llegar a las dos toneladas y su población actual se estima en un cuarto millón de ejemplares en todo el mundo.

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