El padre de "Uruguay 2030" tiene 44 años y vive en Israel

El padre de la idea que Uruguay sea sede del Campeonato del Mundo en 2030, cuando se cumpla el centenario de la primera copa organizada por FIFA que se jugó en nuestro país, sigue generando polémica y alimentando sueños.

Días pasados, LA REPUBLICA informó que la Comisión Directiva de la Mutual había expresado su malestar, en su página web, porque había sido ignorada por los dirigentes de la AUF a la hora de otorgarle la propiedad intelectual a la iniciativa.

Desde Israel, el lector Ruben Friedmann, se contactó por correo electrónico para informarnos que en realidad, el padre de la criatura llamada Uruguay 2030, no es la Mutual sino que se trata del compatriota Abel Fialko (44) que vive en Israel.

En su carta, Friedmann, hace justicia con el mentor, en los siguientes términos:

«Me parece que la Mutual se está tomando propiedad de algo que no tienen nada que reclamar. Ellos hablan de 2003, y la idea del Mundial 2030 en Uruguay existe en Internet y en todos lados desde 1997, bajo la iniciativa de un uruguayo residente en Israel llamado Abel Fialko, el que registró el logo que después, por tener el nombre de la FIFA incluido, debió cambiar. Si ingresa en cualquier buscador de google las palabras Uruguay 2030 y el nombre de Abel Fialko encontrará las respuestas.

Así que convendría que les transmita a los dirigentes de la Mutual que los derechos del nombre Uruguay 2030 ya están registrados y lejos están de pertenecerles. Un abrazo desde Israel, Ruben Friedmann» .

 

Fialko le contó a Olé su locura

En un reportaje publicado el 7 de junio de 2007, en el diario Olé, titulado «Si quieren Celeste» , Abel Fialko, explicó cómo le surgió la idea de patentar el «Uruguay 2030″.

«Mi idea estuvo basada en los Juegos Olímpicos que quiso organizar Grecia en 1996, para festejar el centenario de las primeras Olimpiadas en Atenas. Pero se acordaron tarde, Estados Unidos les ganó de mano y terminaron haciéndose en Atlanta. Y no quiero que nos ocurra lo mismo que a ellos», explica a la distancia este fanático de Peñarol, de 44 años. Y fundamenta: «No creo que sea una idea tan loca que a alguien se le ocurra que a los cien años el Mundial vuelva a hacerse en el lugar donde se llevó a cabo por primera vez. La idea en sí era despertar, primero a Uruguay y después al Gobierno. Todo lo hacemos, los gastos los bancamos nosotros. Por norma no quisimos involucrar a ningún político. Hoy en día hay varios que se pusieron en campaña para llevar adelante el asunto, como el intendente de Montevideo. Ellos tienen otros intereses, pero mientras se hable y se empuje, sirve para la causa», asegura. *

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