GRITOS INSOPORTABLES

Carolina Marín, la medallista más «insoportable» de Río 2016

La técnica de la española rozó lo antideportivo, a base de gritos para “poner nerviosos” a sus rivales, dijo que ella compite para ganar, la actitud sigue generando polémica.

carolina-marinnLa badmintonista Carolina Marín, utilizó un curioso recurso durante toda la competencia, que llevó a la polémica, el grito e incomodar al rival fue la fórmula con la que obtuvo su primera medalla de oro. La conducta de la española, fue tildada de antideportiva por varios fanáticos del deporte, es que su actitud se volvió realmente difícil de soportar por los rivales, que la consideraron “insoportable”.

La andaluza de 23 años manifestó: «Tienes que demostrar que no te vas a rendir para que no piensen que te pueden vencer, para ponerlos nerviosos», contó Carolina Marín cuando recién transitaban los cuartos de final de la competición. Su rival de ese momento fue la coreana, Ji Hyung Sung, quien luego del partido terminó llorando en zona mixta, al respecto Marín manifestó: “No sé si las rivales me tienen respeto, yo desde luego no se los tengo. Yo he venido a ganar», reconoció Marín.

En semifinales, se cruzó con otra asiática, en esta oportunidad la victima fue la china Li Xuerui: “Siempre analizo a mi rival. Por ejemplo, a las chinas les influye mucho cuando les gritas, porque ven que sigues ahí luchando, que no te rindes. Si no lo haces, piensan que estás apagada y se refuerzan». Aseguró la nueva campeona 2016.

Éxito

Se comparta o no la actitud de la española, lo cierto es que su estrategia tuvo éxito ya que en la final se impuso a la india, Pusarla Venkata Sindhu, a quien terminó ganandole 2 sets a 1, el partido tuvo la peculiaridad de que comenzó siendo parejo pero a partir de que la española comenzó a utilizar su “táctica” los errores de su rival comenzaron a ser mayores. La española empezó a pasar de festejar sus propios aciertos a festejar los errores ajenos, Los medios españoles comenzaron a hablar del espíritu olímpico y el roce con la actitud antideportiva.

Finalmente, su táctica y habilidad le permitieron a la andaluza de 23 años convertirse en la primera medallista de oro en bádminton femenino no asiática de la historia.

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