Hay que avisarle

No son 450.000 dólares

Cuando los equipos uruguayos clasificaron para la Copa Libertadores de 2000, todos nos llenamos la boca diciendo que por el solo motivo de participar iban a recibir 450.000 dólares. Esto es cierto, la Confederación estableció esa cifra por participar del máximo evento continental. Lo que sucede que los equipos grandes firmaron el contrato global con la empresa Tenfield. En la cláusula C de la página 5 del contrato quedó establecido que Tenfield tiene derecho a igualar la oferta por los derechos de televisión y la estática en el marco de la Copa Libertadores o torneo que sustituya a aquélla. Como se puede apreciar, no aparece nada que diga que los clubes grandes tienen que entregar el dinero a cobrar a la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Sin embargo, tanto tricolores como aurinegros decidieron, con los dueños de los derechos televisivos por diez años de nuestro fútbol, Tenfield, un nuevo acuerdo por 650.00 dólares, de los cuales, los dos grandes solamente cobrarán 200.000 cada uno. Rápidamente uno saca cuentas y puede ver con asombro que en estos diez años de contrato con la AUF si clasificaran siempre los grandes, la empresa estaría embolsando nueve millones de dólares, cifra cercana a la que paga por todos los derechos, que como saben son diez de los palos verdes norteamericanos.

A uno, luego de leer la cláusula C del contrato en la página 5, no le queda claro si los grandes debían entregar dichos dineros, pero lógicamente que las posibilidades de negociación o decir no, en el fútbol uruguayo, son mínimas. Es imposible imaginarse a Nacional que acaba de negociar un paquete de jugadores con el megaempresario en una disputa abierta por los derechos de la primera fase de la Copa Libertadores. Sí me llama la atención Peñarol, que en las últimas horas a través de su presidente criticó la falta de independencia que iban a tener los tricolores luego del acuerdo firmado con Casal.

Esta información la conocí en el destacado medio de prensa partidario tricolor, Decano, que dirige mi buen amigo Roberto Teijeiro.

En esta publicación también se hace mención a la posible creación del Ministerio de Deportes, cosa que comparto de toda la vida, claro que si el candidato es Atilio Garrido desde ya contará con mi total reprobación.

No es el hombre indicado, no tiene antecedente valederos y espero fervientemente que todo esté dentro del destruible rumor. No puede ser ministro de Deportes alguien que está ligado a la empresa que maneja todo el poder del deporte número uno, el fútbol. Volviendo a lo del comienzo, no son 450.000 dólares para cada equipo grande en el arranque de la Copa, solamente recibirán 200.000, cifra que seguramente no sirve para mucho, ni siquiera para enfrentar el pago de los viajes al exterior con estadía incluida. Ah, para el final una pregunta, cuando votaron la venta de los derechos televisivos, ¿no estudiaron la cláusula C de la página 5? Parece que no.