Bancando a Messi

Terminó la Copa América Centenario disputada en Estados Unidos con Chile como bicampeón, y un nuevo vicecampeonato para la selección argentina.

Increíblemente el logro trasandino se ha visto opacado por la noticia que conmocionó el mundo, la renuncia de Messi a seguir participando en el combinado argentino.

El mejor jugador del mundo carga con veintitrés años de frustaciones de un país –Argentina- que se autoconsidera como el mejor fútbol del orbe.

Messi no ha jugado a lo largo de estos veintitrés largos años, solamente ha sido protagonista de menos de la mitad de dicho período, y bastante ha forjado.

La falta de humildad del ambiente futbolístico argentino, especialmente su prensa, ha llevado al convencimiento de parte de su afición de que tienen una “máquina de jugar al fútbol”. Error. Tienen al mejor jugador del mundo al que acompaña Mascherano y poco mas. Higuain por ejemplo es menos que Suárez, sus backs son menos que Godin, no tienen un atacante como Cavani, y sin embargo, nosotros no nos creemos nada del otro mundo.

Nuestra modestia nos hace valorar en su justa medida todo logro. No nos engañamos con las luminarias.

En cambio Argentina piensa que necesariamente tienen que ser campeones de todo lo que juegan.
Y si perdieron tres finales es porque un “monstruo” del fútbol como Messi juega por la selección albiceleste y los llevó de la mano a esas tres finales.

Sin Messi en la cancha, Argentina hubiera cumplido una paupérrima actuación, como la nuestra y de Brasil y podría haber quedado afuera en las primeras de cambio.

Solamente la soberbia e ingratitud de un pueblo que se desubica desde su idiosincrasia sobradora puede cuestionar al máximo exponente del fútbol mundial.

Argentina es Messi y diez más, y gracias a él ha obtenido ubicaciones que el resto de sus compañeros no justifican. Mercado, Otamendi, Cuesta, Rojo, Biglia, Di Maria, Romero y Agüero por ejemplo, son jugadores del montón en el concierto mundial. Clases A hay tres, Messi, Mascherano e Higuain. Pero Higuaín es el gran responsable por su falta de temple en las difíciles, de no haber concretado opciones claras en todas las finales. Los demás jugadores del seleccionado, un poco mas que “medios pelos”.

Messi ha decidido dejar la selección, y pensamos que obviamente será momentáneo, y por el bien del fútbol volverá.

Ojala que su reconciliación con la selección sea luego del encuentro de Argentina frente a Uruguay del primero de septiembre en Mendoza.

La selección argentina, y el fútbol mundial todo, no se puede dar el lujo de que su máximo exponente no ilumine con su magia la gramilla de los estadios del Mundial de Rusia 2018.
Por otra parte, si Messi no vuelve, la Argentina difícilmente llegue a clasificar para dicho evento.