Romero, el héroe de Argentina: “Los penales son suerte, es la realidad”

“Es suerte, es la realidad. Uno puede ir para un lado y no llegar, como le pasó al arquero de ellos que toca la pelota y entra. Tenía confianza en mí, y por suerte, gracias a dios salió bien”, manifestó Sergio Romero al ser consultado por los penales que le atajó a Ron Vlaar y Wesley Sneijder, permitiendo a su equipo ganar la serie de penales por 4-2 y darle el pase a la final del Mundo a Argentina.

Después de un año en el que fue suplente en el Mónaco de la liga francesa, Romero de 27 años de edad, se consagró como el héroe argentino que posibilitó que tras 24 años Argentina volviera a una final del Mundo.

«Estoy feliz y quiero expresar mi agradecimiento al cuerpo técnico y a mis compañeros, que me ayudaron mucho después de pasar el primer año de mi carrera como suplente en mi club, el Mónaco, el primer año que se dio algo así», señaló.

En 2007 llegó con 20 años al AZ Alkmaar, que entonces era entrenado por Louis Van Gaal, actual seleccionador holandés, que fue quien le trajo a Europa.

«Lo fui a saludar al vestuario tras el partido. Me ayudó muchísimo cuando llegué a Holanda, ya que no hablaba nada de flamenco y él hablaba español. Igual que me ha ayudado mucho Alejandro Sabella confiando en mí este año», explicó Romero.

«Van Gaal es una persona que enseña mucho al jugador, que le ayuda a crecer, a estar atento en cada jugada. Cuando llegué a Holanda alguien me dijo que Van Gaal no jugaba con un portero sino con once jugadores ya que consideraba al portero un jugador. Tanto a Alejandro Sabella como a Louis Van Gaal son entrenadores a los que siempre voy a estar muy agradecido», indicó Romero.

El momento de los penales

El portero argentino rememoró las sensaciones que tuvo en los penales. «Estaba pensando en muchas cosas. Tenía a mis compañeros en el banquillo que me animaban y me mandaban consignas. En el disparo de Sneijder sabía que me iba a tirar ahí», explicó.

«Luego no pude ir a saludar a los rivales ya que mis compañeros se me echaron encima debido a la alegría después de que Argentina hacía muchos años que no llegaba a la final. Los chicos querían desahogarse», explicó.

«Ahora toca disfrutarlo. La verdad es que es una alegría inmensa. Se lo dedico a mi mamá y a mi señora. La esperanza está acá desde el día 1. Estos muchachos no regalan nada. Nos vamos contentos y prepararemos el partido a partir de mañana. Que disfruten el momento y nosotros vamos paso a paso», añadió.