Luis Suárez, talento y picardía al servicio del sueño mundialista de Uruguay en Brasil-2014

Implacable, con los pies y con la cabeza, rápido, habilidoso para superar al más encumbrado defensa y dueño de un espíritu competitivo único, el atacante del Liverpool inglés tendrá en sus hombros gran parte del peso de un país que sueña con sorprender al mundo una vez más.

Luego de obtener con Uruguay un sorprendente cuarto lugar en el pasado mundial de Sudáfrica-2010, Suárez brilló a lo largo de la eliminatoria sudamericana sosteniendo con sus goles a Uruguay en la pelea por un lugar en Brasil-2014.

Con la clasificación de la celeste, bicampeona mundial en 1930 y 1950, Suárez aseguró su segunda participación en una Copa del Mundo, a la que según el DT Oscar Tabárez llegará «con un nivel de experiencia, de cosas conseguidas y un nivel de madurez que tiene que ver mucho con su edad cronológica», los 27 años, la «etapa de mejor rendimiento de los futbolistas».

Para definir la garra y la personalidad de Suárez, Tabárez dijo en entrevista con agencias internacionales que el jugador «es el primero en estar acá (en el complejo de entrenamientos de la selección uruguaya) y va a hacer lo que hace siempre: enojarse mucho en los picados (partidos informales) que hacemos, criticar al profesor (José) Herrera que es el árbitro, (le dice) que está contra él y esas cosas, y está de malhumor las horas subsiguientes cuando pierde en esos picados que juega de arquero».

Ese valor y espíritu competitivo guiaron al jugador desde su Salto natal (norte de Uruguay), donde en el seno de una familia humilde dio sus primeros pasos en el fútbol, primero a Nacional de Montevideo y desde allí al Groningen y el Ajax holandeses, hasta su presente en el Liverpool.

Ave Fénix

Cuando en setiembre del año pasado Suárez retornó a las canchas tras cumplir diez fechas de suspensión por morder al defensa serbio del Chelsea Branislav Ivanovic, ni el más fanático hincha celeste o del Liverpool hubieran imaginado la excepcional temporada que el ‘Pistolero’ redondeó.

Con apenas algunas amarillas y sin ninguna expulsión, el jugador –criticado por sus rivales por simular faltas– trabajó en silencio para reivindicarse como un futbolista digno y confiable para su equipo.

Y es que a la mordida a Ivanovic -la segunda en su carrera, ya que en Holanda también protagonizó otro episodio similar- fue el golpe de gracia en un camino de polémicos episodios protagonizados por ‘Luisito’ que se ganó el rótulo de polémico en 2011 cuando el francés Patrice Evra, defensor del Manchester United, lo acusó de propinarle insultos racistas.

Allí comenzó la peor pesadilla en la carrera del uruguayo, que tuvo que controlar sus feroces impulsos en el campo y mostrar su parte más humana como esposo y padre, dando a conocer en las redes sociales momentos íntimos con su familia, para dejar de ser el villano más odiado del fútbol inglés.

«En Liverpool viví momentos difíciles, complicados, porque se dijeron cosas que eran mentiras, pero mi conciencia estuvo siempre muy tranquila», señaló el salteño en una reciente entrevista, en alusión a las acusaciones de racismo que Suárez siempre negó.

Sin embargo, confesó que las polémicas que protagonizó en Inglaterra sirvieron para que ahora entre al campo «más calmado, más tranquilo».

Ahora, tras convertirse en el primer jugador no europeo en recibir el premio de mejor jugador del año en Inglaterra, buscará en la Copa del Mundo goles y buenas actuaciones que le pongan el broche de oro a un año de ensueño. AFP