MUNDIAL 2014

Salto, tierra de Suárez y Cavani, sueña con un Mundial que consagre a sus ídolos

Veintisiete años después de cobijar el nacimiento de Edinson Cavani y Luis Suárez, Salto -en el noroeste de Uruguay- vive con orgullo ser la cuna de los dos futbolistas y palpita la llegada de un Mundial en el que ambos goleadores serán las estrellas máximas de la celeste.

Salto vive con orgullo ser la cuna de los dos futbolistas cuyos nombres «ya han quedado en lo alto de la élite del fútbol mundial».

Reconocido por su riqueza natural y sus aguas termales, en los últimos años este departamento (provincia) de poco más de 124.000 habitantes sumó el honor de ser la tierra de dos de los futbolistas más sobresalientes de la última década de Uruguay, junto al montevideano Diego Forlán.

«Para nosotros son los dos mejores jugadores del mundo», dijo a la AFP Richard Suárez, mientras muestra con orgullo una foto del ‘Pistolero’ Luis Suárez cuando tenía 5 años e integraba el plantel de fútbol infantil del club salteño Artigas.

Richard, excompañero de equipo en Artigas del padre de Luis Suárez y entonces integrante del equipo técnico de la liga infantil, fue así testigo de los primeros pasos del ahora goleador del Liverpool inglés.

«Era ‘re vivo’ (despierto), tenía ideas que gurises (niños) de la edad de él no tenían», asegura sobre el máximo goleador de la Premier League, quien «ya de chico definía bien».

En su casa, a pocos metros de la humilde vivienda donde vivió sus primeros meses el ‘Pistolero’, Richard guarda como un tesoro un mural en el que Suárez aparece como una de las ‘mascotas’ del equipo mayor de Artigas, prueba de la huella que dejó el futbolista en su breve estadía en Salto.

El goleador partió con su familia a Montevideo a los siete años, tras cursar dos años en la escuela pública 64 de Salto, donde todavía muestran con orgullo los registros de su escolaridad.

Orgullo salteño

A diferencia de Suárez, ‘Edi’ Cavani vivió toda su niñez y adolescencia en Salto, y cada rincón de la ciudad tiene la huella del atacante del París St. Germain.

Sobre la cancha de fútbol de cemento del colegio Salesiano de Salto, Daniel Baldasari, asistente del centro, rememora los años en los que Cavani daba rienda suelta a su amor por el fútbol durante los recreos.

Baldasari recuerda a Cavani como un niño «muy aguerrido», al que «a veces había que dejarlo en penitencia porque era tanto lo que le gustaba jugar y ganar que a veces hasta peleaba un poquito».

El padre del goleador, Luis Cavani, coincide en que «la vida de él (Edinson) pasaba por una pelota». En su casa de las afueras de la ciudad, Luis muestra con orgullo un cuadro en el que su hijo festeja un gol con la camiseta de la celeste.

Sin embargo, su mayor orgullo es que su hijo aproveche el poco tiempo libre que tiene para retornar a su tierra natal y disfrutar como desde niño con su padre de la pesca en el río Uruguay, frontera natural con la vecina Argentina.

Luis, como cada uno de los 3,3 millones de uruguayos, vive con ansiedad los días previos a la presentación de Uruguay en Brasil-2014, el 14 de junio en Fortaleza (noreste) ante Costa Rica, pero seguro que la dupla ofensiva de Uruguay va a estar a la altura que exige la cita mundialista.

Y es que para Luis Suárez y su hijo llegan al Mundial «con más experiencia, con más rodaje» y por eso «van a ser jugadores mucho más importantes de lo que fueron en el Mundial pasado, porque hoy se los respeta distinto» y sus nombres «ya han quedado en lo alto de la élite del fútbol mundial», dijo a la AFP.

Del talento de los dos artilleros depende en gran medida el combinado charrúa que sorprendió al mundo al alcanzar el cuarto puesto en Sudáfrica-2010, luego de décadas de ostracismo a nivel internacional.

Una inspiración

A miles de kilómetros de París y Liverpool -donde Cavani y Suárez están por cerrar un año como campeones de la Liga francesa y de la Liga Premier inglesa- en Salto sus coterráneos vibran con cada juego de sus ídolos y se alistan para vivir un Mundial que paralizará al departamento.

«Vos vas caminando por la calle y las camisetas dicen todas Cavani o Suárez. Ya no es el equipo, ya son ellos los que forman el fanatismo», comenta un sonriente Joaquín Severi, alumno del colegio Salesiano.

Detrás de Joaquín varios alumnos juegan al fútbol, mientras otros intercambian figuritas del álbum del Mundial donde tener a sus coterráneos es la meta. Joaquín admite que él es «malísismo para el fútbol»; sin embargo, los jugadores «son una inspiración para la mayoría de las personas en Salto».

«Salto es un lugar chiquito, no tienes posibilidades. Pero él me mostró que por más que seas de Salto, de cualquier lugar, cualquier cosa se puede llegar a lograr», remarca Faustina García, otra alumna que junto a un compañero escribió una canción en honor al ‘Matador’, que pasó de la liga salteña a transformarse en 2013 en el pase récord de la Liga Francesa con un fichaje por 64 millones de euros.

Con la misma ilusión que Faustina, decenas de futbolistas de Ferro Carril -uno de los clubes donde jugó ‘Edi’ en Salto- entrenan en la noche salteña con la mirada puesta en el inicio del torneo departamental pero con la esperanza de que alguno de ellos pueda ser el próximo goleador salteño de fama mundial.

AFP

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