INTERLAGOS

Malos tiempos para la Fórmula 1 en Brasil ante la partida de Massa de Ferrari

El honor de cerrar el telón de la temporada de Fórmula 1 recae este domingo en Brasil, como ha venido ocurriendo desde 2006, pero la nación anfitriona del último Gran Premio ha tenido un año de pocas alegrías en la pista y parece que la tendencia continuará la próxima temporada.

Felipe Massa, protagonista en Interlagos

El único piloto local, Felipe Massa, intentará cerrar sus ocho años en Ferrari con una victoria ante alrededor de 70.000 espectadores en el circuito de Interlagos, a las afueras de Sao Paulo.

Pero el dominio de otros países en la pista es demasiado aparente, lo que se traduce en la desilusión de los hinchas locales que sueñan con recuperar un pasado glorioso, ahora mucho más discreto y lejano, pero que comprende los títulos mundiales que llevaron a Brasil Nelson Piquet, Ayrton Senna y Emerson Fittipaldi.

Aquella época de gloria, un periodo de dos décadas que comprendió los tres títulos respectivos de Senna y Piquet, además de los dos para Fittipaldi, parece lejos de Massa, octavo en la clasificación general de pilotos, que buscará despedirse en lo más alto de Ferrari antes de partir a Williams.

Senna completó su triplete con McLaren en 1991, tres años antes de fallecer en un accidente en el Gran Premio de San Marino.

Con su desaparición, la Fórmula 1 brasileña entró en un periodo mucho menos favorable sometiéndose primero al reinado de Michael Schumacher y, recientemente, al del también alemán Sebastian Vettel.

Massa mantuvo una lucha agónica con Lewis Hamilton, y estuvo a muy poco de hacerse con el campeonato mundial en 2008, en uno de los finales de temporada más emocionantes disputados en Interlagos, mientras que Rubens Barrichello fue subcampeón en casa en dos ocasiones.

Por su parte, Nelson Piquet Junior firmó varias actuaciones decepcionantes y se pasó a la fórmula Nascar, donde continúa al día de hoy, cinco años después del escándalo del «crashgate» de Renault en Singapur, donde el piloto brasileño chocó su auto a propósito para que su entonces compañero, el español Fernando Alonso, ganara la carrera, todo a pedido del jefe de equipo Flavio Briatore.

También se habían depositado grandes esperanzas en el sobrino de Senna, Bruno Senna, cuando comenzó su carrera con Hispania Racing en 2010, pero sus actuaciones en Renault y Williams fueron discretas, y fue sustituido el pasado noviembre por el debutante finlandés Valtteri Bottas.

El automovilismo en la sangre

Massa se conjuró para ser el protagonista este domingo, aunque sea por un día, y robarle los focos a Vettel, quien ganó con autoridad esta temporada el título mundial y que acumula 12 victorias en 2013, el año de su cuarta victoria consecutiva en el campeonato de Fórmula 1.

«Va a ser una carrera muy emocionante en Interlagos por una última vez para todo Ferrari. Sólo competir en el Gran Premio de Brasil es un sueño para todos los pilotos brasileños», confesó Massa este jueves.

«Sabemos lo importante que es Brasil en la Fórmula 1. Tenemos las carreras de autos en la sangre. Es importantísimo que sigamos manteniendo a pilotos brasileños en la Fórmula 1″, afirmó.

«Mi victoria aquí, en 2006, en mi primer año con Ferrari, fue definitivamente una de las carreras más increíbles de mi vida. Para un brasileño, ganar esta carrera es como ganar el título mundial», señaló.

Interlagos ha sido el escenario de algunos desenlaces muy emocionantes. El favorito de los locales, Emerson Fittipaldi, venció en 1973 y 1974 antes de que su compatriota Carlos Pace se llevara la victoria en su Brabham 12 meses después. El circuito lleva el nombre de Autódromo Jose Carlos Pace en honor a este piloto que logró la única victoria de su carrera en este escenario, dos años antes de morir en un accidente de avión.

Piquet venció en 1983 y 1986 para regocijo de los aficionados brasileños, pero Senna cedió el liderato a Alan Prost en un renovado circuito de Interlagos en 1990, después de perder el alerón al tratar de superar al japonés Satoru Nakajima.

En uno de los finales más electrizantes de la historia del circuito, Senna ganó al año siguiente en Brasil en una espectacular persecución a los mandos de su McLaren terminando tan exhausto la carrera que apenas pudo salir a pie de su monoplaza para levantar el trofeo.

El hombre que marcó a una generación de pilotos y aficionados al automovilismo ganó de nuevo en casa en 1993.

Por su parte, Rubens Barrichello lideró brevemente la carrera de 1999, pero un problema con el motor acabó con sus expectativas de victoria y no fue hasta 2006, cuando el Gran Premio fue reprogramado para ser la prestigiosa final del campeonato, con la primera victoria de Massa, cuando la sequía de triunfos locales acabó en Interlagos.

Si Massa (ganador en 2006 y 2008), quien no ha mostrado una gran capacidad para lograr una victoria en un Gran Premio a lo largo de la temporada, no consigue el éxito que supondría su triplete en Interlagos, la posibilidad de ver de nuevo a un campeón local en el autódromo Jose Carlos Pace se percibe como lejana.

Las mejores esperanzas están de momento depositadas en el joven de 21 años Felipe Nasr, quien ha completado una sólida temporada en GP2 con el equipo Carlin y que se impuso en el campeonato británico de Fórmula 3 en 2011. AFP

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