Duelo de uruguayos

Boca le arruina la fiesta a River en el final del superclásico argentino: empate a 2

River Plate tenía la fiesta preparada, pero en el último minuto se descuidó y Boca Juniors le arrebató un empate 2-2 en el regreso del superclásico del fútbol argentino, por la duodécima fecha del Torneo Inicial, jugado el domingo en el estadio Monumental de Buenos Aires.

Ante unos 50.000 espectadores, River ganaba desde el comienzo y se puso 2-0 cuando restaban veinte minutos para el final, pero Boca, con una reacción anímica inesperada, se recompuso y le estropeó el festejo a su archienemigo cuando la derrota parecía sentenciada.

Leonardo Ponzio (1) y el uruguayo Rodrigo Mora (70) convirtieron los goles de River, mientras que otro charrúa, Santiago Silva (75, de penal), y Walter Erviti (90+1) le dieron la igualdad a Boca, en la vuelta del partido más esperado del fútbol argentino, que se celebraba por primera vez desde el regreso de River a primera división.

Apenas había transcurrido poco más de un minuto cuando River encontró la ventaja, en un tiro libre sobre el sector izquierdo que Leonardo Ponzio ejecutó y sorprendió al arquero Orion, que no reaccionó a tiempo ante un envío que parecía sencillo.

La desventaja prematura afectó a Boca, que mostró un pobrísimo funcionamiento colectivo, con muchas imprecisiones, poco juego asociado y sin la presencia de un jugador que, al menos en lo anímico, mostrara la personalidad para encender el motor de un conjunto falto de carácter.

Como le sucedió en los últimos partidos, Boca volvió a desnudar limitaciones y errores conceptuales, a tal punto que no conseguía siquiera aproximarse al área local.

Para el segundo tiempo, el DT Falcioni probó con el ingreso de Lautaro Acosta por el defensor Clemente Rodríguez para tener más ritmo y movilidad en la faz ofensiva, pero en concreto Boca no lograba inquietar.

El partido, de tono discreto, caía en la intrascendencia, en la misma medida que Boca no esbozaba un peligro concreto y River no terminaba de animarse a liquidar la ventaja de una buena vez.

Pero el local volvió a festejar en una buena jugada colectiva, que empezó el delantero franco-argentino David Trezeguet sobre la izquierda, con un pase largo hacia el uruguayo Carlos Sánchez, que a su vez ingresó por el medio para asistir a Mora, que eludió al arquero Orion y convirtió.

El carnaval ya se desataba en las tribunas ‘millonarias’, y Boca se mostraba más que desconcertado cuando el auriazul encontró la llave del descuento, en un penal que el ‘Tanque’ Silva trocó en gol con un bombazo.

El gol de Boca le puso ‘pimienta’ y emoción a los últimos minutos del superclásico, y cuando las esperanzas visitantes se desvanecían el ingresado Paredes encabezó un contraataque que derivó en la asistencia de Silva para Erviti, que se anticipó a la salida del arquero Barovero y con un toque corto anotó el 2-2 definitivo.

El empate, por el desarrollo del partido, le sentó más que bien a un Boca que sigue deslucido, convertido en una sombra de aquel equipo que llegó a la final de la Copa Libertadores hace pocos meses, mientras que River trocó la sonrisa en una mueca de disgusto, desconcertado por un festejo que se le escapó cuando ya descorchaba el champán.

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