Inalcanzables

100, 200, 800 metros: Bolt y Rudisha devienen leyendas en Londres-2012

Bolt y Rudisha

Bolt ganó los 200 metros (19.32), en una prueba que registró un podio 100% jamaicano con Yohan Blake (19.44), plata, y Warren Weir (19.84), bronce.

Con este triunfo, Bolt se convirtió en el primer atleta en lograr cuatro títulos olímpicos en las pruebas individuales de velocidad, con sus dobletes 100/200 metros en Pekín-2008 y Londres-2012.

Antes de comenzar los Juegos Olímpicos había manifestado su deseo de convertirse en una «leyenda viva» y en apenas cuatro días, el espacio de tiempo en ganar las pruebas de 100 y 200 metros, ganó su apuesta.

«Es el récord que quería y lo tengo. Soy una leyenda. Soy el atleta vivo más grande», dijo sin ninguna modestia.

Bolt, a sus 25 años, dejó atrás con sus cuatro oros al mítico atleta estadounidense Carl Lewis, que ganó ambas pruebas en Los Ángeles-1984, pero solo una en Seúl-1998, ya que en la capital surcoreana fue plata detrás de su compatriota Joe DeLoach en 200 metros.

Es la primera vez que un atleta gana dos dobletes en pruebas de pista de forma consecutiva en Juegos Olímpicos desde que el finlandés Lasse Viren ganara los títulos 5.000/10.000 metros en Múnich-72 y Montreal-76.

Bolt logró su mejor marca de la temporada, pero dio la impresión de haber podido hacer tiempo más destacado si no hubiera bajado el ritmo, lo que facilitó que Blake se le acercara peligrosamente.

Bolt se permitió el lujo de franquear la línea de meta con el índice sobre su boca y con la cabeza girada hacia su rival y compañero de entrenamiento Yohan Blake, en una mímica invitándoles al silencio.

«Podía sentir un pequeño dolor en la espalda por lo que intenté no forzar al final porque sabía que no haría récord del mundo», indicó.

El keniano David Rudisha ganó los 800 metros (1:40.91), mejorando su propio récord mundial, que estaba en 1:41.01, desde que lo estableció en 2010.

El keniano de 23 años, que sucede en el palmarés a su compatriota Wilfred Bungei, precedió en la meta a Nijel Amos, de Botsuana, plata con 1:41.73, y al keniano Timothy Kitum, bronce con 1:42.53.

En la semifinal, disputada el miércoles, Rudisha ya había anunciado sus intenciones logrando su mejor marca de este año, con 1 minuto, 41 segundos y 54 centésimas. «La pista es rápida, está muy bien», advirtió.

Desde que ganó la prueba en el Mundial de Berlín-2009, el keniano sólo ha sido derrotado una vez y en la final de Londres-2012 dominó la carrera de principio a fin, sin dejar ninguna posibilidad a sus rivales.

El último atleta en haber batido el récord del mundo de 800 metros en los Juegos Olímpicos fue el cubano Alberto Juantorena (1:43.50 en Montreal en 1976).

Rudisha, que no había participado en los Juegos de Pekín-2008 debido a una lesión, logró la cuarta medalla de oro olímpica para Kenia en 800 metros.

«Venir aquí y batir el récord mundial es algo increíble», dijo Rudisha. «Estaba bien preparado este año y no tenía dudas de que iba a ganar. Pero estaba esperando por las condiciones perfectas para batir el récord del mundo porque sabía que este año estaba en forma para correr en 1.40. El tiempo era ideal por lo que decidí ir a por marca», señaló el keniano.

«Voy a seguir por un par de años. Quiero convertirme en una leyenda», señaló el africano, que no mecesita más gestas para serlo.

Siete de los ocho finalistas lograron mejores marcas personales, en la carrera más rápida de la historia. El tiempo del británico Andrew Osagie, octavo clasificado (1:43.77) habría sido suficiente para ganar el oro en Pekín-2008.

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