Fútbol olímpico

Latinoamérica domina, África sueña, Asia resiste y Europa se hunde

En tanto, Asia resiste de la mano de Corea del Sur y Japón, su mejor representante hasta ahora al ganar el grupo D por delante de Honduras, que quiere convertirse en la sorpresa del torneo tras vencer a España (1-0) y lograr por primera vez en su historia avanzar a la etapa de cuartos de final.

El cuadro de cuartos exhibe una superioridad de las selecciones latinoamericanas, que desde Atenas-2004 vienen dominando el torneo, con dos oros (Argentina), una plata (Paraguay en 2004) y un bronce (Brasil en 2008), aunque ha dejado en el camino en Londres-2012 a uno de sus candidatos, Uruguay.

Brasil, que persigue el sueño de su primer oro, único título que falta en las vitrinas de la CBF, es el único superfavorito que ha confirmado su potencial con tres victorias de menos a mas, Egipto (3-2), Belarús (3-1) y Nueva Zelanda (3-0) que sirvieron para lucir a Neymar y Oscar, especialmente.

«Vamos juego a juego. Ahora pensamos en el rival de cuartos (Honduras)», declaró el técnico Mano Menezes, evitando triunfalismos antes de tiempo.

Pero ojo que los Catrachos se tienen fe para el choque del sábado en Newcastle. «Nadie cree que accedamos a la final, pero yo pienso, y lo digo totalmente en serio, que podemos lograrlo», afirmó el lateral Maynor Figueroa.

Con la despedida prematura de la Rojita, que simboliza el hundimiento del Viejo Continente, a tono con la crisis económica que los golpea, tras el adiós de Suiza y Belarús, Europa se confía al destino de Gran Bretaña, bicampeón olímpico en 1908 y 1912, ya hace muchos años pero con esperanzas renovadas por defender el honor en casa.

Los británicos se miden con los surcoreanos el sábado en Cardiff.

España, multicampeón de todo desde 2008, con su flamante triple corona Eurocopa-Mundial-Eurocopa de inicio de julio, se marchó sin triunfos, sin goles y último de zona, lo mismo que Suiza, el otro europeo al que se le ponían billetes.

«Ha sido frustrante», dijo el entrenador Luis Milla, evitando la palabra «fracaso», que sí usó la crítica de su país.

Con este panorama, más el fracaso de Uruguay en su regreso a la liza olímpica tras 84 años, al Brasil de Mano Menezes se le allana bastante el camino hacia la gloria, aunque México, que pretende por primera vez subirse el podio, podría vestirse de aguafiestas, tras la subida en confianza de Gio.

Giovani Dos Santos ha sido el revulsivo que necesitaba el Tri de Luis Fernando Tena, que ganó su llave B en forma invicta y con victorias importantes ante el campeón africano Gabón (2-0), debutante absoluto en Juegos que sucumbió al doblete del ex Barça, y Suiza (1-0), ya con Gio desde el arranque.

«Para ganar el oro hay que ganarles a todos», soltó Oribe Peralta, enviando un mensaje a los más fuertes como la Seleçao, con la que se cruzaría únicamente en la final.

Pero atención que a México se le viene encima la revelación del torneo, Senegal, que liquidó 2-0 a Uruguay en Wembley con diez hombres durante una hora y un doblete de Moussa Konate, máximo artillero en solitario del torneo con cuatro dianas.

Senegal sueña en convertirse en el Nigeria de Atlanta-1996 y el Camerún de Samuel Eto’o en Sídney-2000, primeros campeones africanos en Juegos Olímpicos, un certamen que se le da bien a África, finalista en Pekín-2008 con las Águilas Verdes frente a la Argentina de Leo Messi.

También quiere serlo Egipto, un equipo explosivo y con autoconfianza que le dio un susto grande a Brasil, de la mano de su artillero Mohamed Salah, que ya lleva tres tantos en Londres-2012. Los Faraones protagonizarán un duelo de estilos contra los Samurais, en Manchester, en la apertura de los cuartos.

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