«La ceremonia inaugural más izquierdosa jamás vista»

Sin sorpresas, el espectáculo concebido por el oscarizado cineasta británico Danny Boyle suscitó críticas entre la derecha británica, acusándole de que se había extraviado en asuntos «izquierdistas».

Aidan Burley, un diputado del partido Conservador del primer ministro David Cameron, escribió a través de su cuenta Twitter: «La ceremonia de inauguración más izquierdosa que he visto jamás — más que Pekín, la capital de un Estado comunista. ¡Ya sólo nos queda rendir tributo al bienestar social!»

Su siguiente mensaje fue «¡Gracias a Dios que han llegado los atletas! Ahora podemos salir de esta mierda multicultural izquierdista».

Alastair Campbell, exjefe de comunicación del primer ministro laborista Tony Blair, escribió por su parte: «Brillante que tuviéramos un socialista para hacer la ceremonia inaugural».

La oficina de Cameron pareció distanciarse de los comentarios de Burley en un tweet del primer ministro que decía: «La ceremonia ha sido un gran escaparate para este país. Es otra prueba de que el Reino Unido puede cumplir».

Antes de la ceremonia, Boyle –cuya película «Slumdog Millionaire» ganó ocho Oscar en 2009– negó que estuviera impulsando una agenda política.

«La sensibilidad del espectáculo es muy personal», dijo. «Lo hemos creado entre un grupo, pero no teníamos más agenda que (…) los valores que sentimos que son reales», agregó.

La ceremonia de inauguración de Londres 2012 empezó con el idílico mundo rural siendo superado por la Revolución Industrial, antes de una secuencia de 10 minutos sobre el Sistema Nacional de Salud (NHS).

El primer beso lesbiano televisado en Gran Bretaña, de un episodio de 1993 de la telenovela «Brookside»– fue mostrado en un montaje de imágenes de cine y de televisión.

Posteriormente, bailarines formaron la forma del emblema de la Campaña por el Desarme y otros actores representaron la lucha de los movimientos sindicales.