"LA VIDA REAL DOMESTICA" DE ACAPARA EL 522, EN EL ESPACIO CERVANTES

La irreal vida doméstica

 

En La vida real doméstica tres parejas resuelven casarse, con muy diversas consecuencias para ellas y sus amigos, que son los otros dos pares. Menos previsibles nos resultaron dos aspectos. El primero es un rasgo verbal de muchas escenas; el segundo, es la idea general de la vida que se desprende de la conducta de los personajes. El primero, que aparece con harta frecuencia en el diálogo, y sin que «Acapara el 522″ parezca darse cuenta, son las expresiones del más rancio autoritarismo, dicho con voz aburrida, es cierto, pero crudamente real por debajo del tono apagado. Uno de los personajes lleva ese despotismo a la caricatura, pero todos abundan en voces perentorias, que no por pertenecer a la jerga seudo juvenil ni por ser dichas sin énfasis son más soportables, como el insistente «cortala» o la frase muy popular hace unos años, «vamos a parar la mano». Ya sabemos, claro está, que todo aquel que emplee estos coloquialismos se anota un punto en estar en «buena onda», dos en originalidad y tres en juventud. El segundo aspecto imprevisible es que estas parejas jóvenes quieren casarse tempranamente: encarnan una idea un tanto conservadora del amor y del sexo, propia del estilo de vida de nuestros abuelos; pero ya se sabía que los jóvenes son así, mucho más conservadores que sus padres. Finalmente, como en «Los magníficos» de Daniel Hendler, también por «Acapara el 522″ (Espacio Cervantes, 2 de diciembre de 2001) en ninguna parte se le pasa por la mente a los personajes ni la idea de una transformación social ni la mera existencia de los muy cercanos desposeídos, de jóvenes como ellos que habitan los asentamientos, no tienen asistencia médica satisfactoria, enfrentan carencias de alimentación y educación, cuando no están afectados de plombemia o recluidos en el Comcar. Es como si todo esto existiera, no ya en otro país, sino en otra galaxia. «La real vida doméstica» transcurre dentro de un jarrón veneciano, del que los personajes saldrán para intentar la emigración o, quizás, para integrar las filas del Opus Dei. *

 

LA VIDA REAL DOMESTICA, una comedia de ocurrencias de Acapara el 522, con Ignacio Errandonea, Fernanda Fraga, Daniel Hendler, Esteban Lago o Enrique Sosa, Leonor Svarcas y Fiorella Bomio. Escenografía de Federico Hendler e Ignacio Errandonea, música de Maximiliano Silveira, luces de Carlos Rodríguez Navarro, dirección de Andrés Gallo. En Espacio Cervantes.

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