Ciencia. Uruguayo gana premio internacional

Galardón para Mauro Costa-Mattioli por su investigación sobre la memoria

Washington ­ Mauro Costa-Mattioli, un científico uruguayo que actualmente trabaja en Estados Unidos, ganó el Premio de Ciencias Eppendorf 2008 en Neurobiología por haber identificado una proteína que controla la formación de memorias perdurables.

Las modificaciones de la proteína determinan si las memorias transitorias, que duran entre minutos y horas, se convierten o no en memorias perdurables que duran días, semanas o años. «Este es, sin duda, uno de los primeros pasos para llegar al día en que se pueda ayudar a aquellos que sufren de pérdida de la memoria relacionada con la edad, e incluso la pérdida de la memoria, aún más devastadora, causada por la enfermedad de Alzheimer», dijo Costa-Mattioli.

«Es imperativo comprender cómo funcionan los procesos moleculares básicos del cerebro, a fin de generar el correspondiente discernimiento mental de los trastornos cognitivos». Costa-Mattioli aporta «entusiasmo y un valiente enfoque de ‘gran interrogante’ a la biología de la memoria, que ya ha llamado la atención de estudiantes y muchos otros profesores en nuestro programa», dijo Michael J. Friedlander, catedrático del departamento de neurociencia en Baylor College of Medicine en Houston, donde Costa-Mattioli es profesor adjunto. Para Costa-Mattioli, el camino de Uruguay a Estados Unidos abarca dos continentes y varios países. Es «muy difícil seguir una carrera en ciencias en Uruguay», le dijo Costa-Mattioli a America.gov; por lo tanto, después de licenciarse por la Universidad de la República en Montevideo, partió hacia Francia, donde recibió una maestría por la Universidad Pierre y Marie Curie de París, y un doctorado por la Universidad de Nantes. En 2002 se unió al laboratorio de Nahum Sonenberg en la Universidad de McGill en Montreal, para estudiar la función de la producción de proteínas en el aprendizaje y la memoria. «Es uno de los científicos más penetrantes y concienzudos que haya conocido jamás», dijo Sonenberg. «Posee una energía inimaginable, en ocasiones conversábamos y nos enviábamos mensajes electrónicos pasada la medianoche. Y a la mañana siguiente, estaba temprano en el laboratorio. En total, que es un joven científico extraordinario y notable». Atraído por el «embriagador» ambiente intelectual y la «gran cultura de colaboración», Costa-Mattioli se sumó al profesorado de Baylor College of Medicine, en Houston, en el verano de 2008.

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