UNA FERIA FRENTE AL CABILDO, OTRA EN LA CATEDRAL Y UNA EN POLICIA VIEJA

Más de 300 artesanos compiten por 86 puestos en Ciudad Vieja

Con la finalidad de ordenar el uso del espacio público en la Ciudad Vieja y desarrollar la actividad artesanal como fuente de trabajo sostenible, la Intendencia de Montevideo aprobó una resolución (3526/06) que contempla la creación de tres ferias especiales en la Ciudad Vieja.

Una funcionará en la vereda sur del Cabildo de Montevideo, donde se instalarán 28 puestos distribuidos en 45 metros. Otra se ubicará en la pared sur de la Catedral, donde se instalarán 36 puestos en 60 metros. La última funcionará en la peatonal Policía Vieja: allí se ubicarán 20 puestos en un espacio de 32 metros. Las tres funcionarán de lunes a viernes, de 10 a 18 horas.

Con estas ferias, el municipio no sólo se propuso ordenar el espacio público y dejar libre la peatonal Sarandí (ocupada actualmente por más de 100 artesanos) sino también impedir la reventa de productos y la oferta de objetos no artesanales.

Tal es así que en el llamado se aclaró que no se recibirían producciones en serie. Allí también estaba explicado que la «fundición no es un trabajo artesanal y los inciensos tampoco». En el caso de la bisutería, el municipio exigió que el 60 por ciento del objeto fuera realizado en forma artesanal.

 

Revuelo y postulaciones

El llamado a concurso generó revuelo entre los artesanos y vendedores instalados desde hace dos años en la peatonal Sarandí, quienes reclamaron el reconocimiento de su antigüedad en la zona a la hora de inscribirse en la convocatoria. El municipio no hizo lugar a este reclamo, por lo que siguió adelante con lo programado.

Más de 300 artesanos se postularon para integrar alguna de las tres ferias, informaron desde el Centro Comunal 1, donde se realizaron las inscripciones. Desde allí precisaron que el primer día (13 de noviembre pasado) se anotaron unas 110 personas interesadas en vender productos de metal, vidrio y cuero.

El segundo día se anotaron 86 artesanos para vender gráficos, cerámicas y pasta. Al día siguiente 88 personas se interesaron en la venta de productos de madera, textiles, hueso y guampa y el último día de inscripción se anotaron los menos, 30 personas, para ofrecer productos hechos en calabazas, cestería y piedras.

El número de artesanos preseleccionados será definido por los miembros del jurado, no pudiendo nunca excederse en más del doble del total de puestos disponibles. Los artesanos que queden seleccionados participarán de un sorteo mediante el cual se adjudicarán los lugares. Los seleccionados que no hayan salido sorteados quedarán en una lista de espera.

Los puesteros tendrán que pagar una Unidad Reajustable (casi 300 pesos) por mes. Deberán disponer de una mesa de madera y quedará prohibida la exposición de los productos en el piso, paredes o mediante dispositivos colgantes. *

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