ENTREVISTA - FERNANDO SICCO: VIDEASTA

Fernando Sicco: "El arte debe ser una experiencia o no es nada"

– ¿Cual es tu formación y cómo fuiste desarrollando tus intereses con respecto al quehacer cultural?

Desde la adolescencia me interesaron tanto el sicoanálisis como el cine, así fue que en plena dictadura dí el examen de ingreso y estudié sicología en la Universidad, dejando un poco en pausa el interés por lo audiovisual. Egresé en el momento de la apertura democrática y trabajé en la reorganización del claustro en el orden egresados y más tarde como docente. Luego de esa etapa decidí retomar otros caminos postergados. En cuanto a mi formación en el área de la fotografía, hice varios talleres (en el Ateneo, luego con Carlos Amérigo) y trabajé con Diana Mines, durante dos años de taller de investigación. Diana me apoyó mucho en mis primeras exposiciones, y otro que me alentó siempre fue Héctor Borgunder. En esa época participé en varios salones como las Muestras Nacionales de Plásticos Jóvenes.

Durante varios años me dediqué a trabajar en producción y gestión cultural, fundé Show Time, el primer servicio de promoción de espectáculos y venta de localidades de Uruguay. Formé parte de la Red de Promotores Culturales de Latinoamérica y el Caribe, con cuyo apoyo, sumado al de la IMM y la AECI pudimos producir eventos como Solos en Escena o el Enlacemvd01.

– ¿Cómo fue el proceso que te llevó a la producción que estás realizando actualmente?

-Volví a dedicarme de lleno a investigar y desarrollar ideas y actualizarme con recursos digitales. Después de trabajar muchas horas en la isla de edición empecé a crear y fueron surgiendo cosas como La casa del Vecino en TV Ciudad, que son cortos de dos minutos con imágenes y músicas de diferentes lugares del mundo. Los viajes son muy importantes para mí, desde chico alentaba a mis padres a viajar, siempre andaba con mapas. Tenía trece años cuando fui a Europa por primera vez y en realidad no puedo dejar de pensar en viajar, lo considero como parte importante de mi formación, de mi plan de vida. Es fundamental tomar contacto con las expresiones culturales de pueblos lejanos y diferentes, desde los mercados artesanales hasta los grandes museos del mundo.

– ¿Por qué optaste por trabajar con nuevos medios y cuáles son tus desafíos actuales, qué temas te interesan?

– Una constante en mi obra es el trabajo con la subjetividad, con la idea de recrear un espaciotiempo donde esa subjetividad se pueda desplegar. Siento que allí confluyen mis intereses, que hay elementos de la imagen, del cine, lo teatral, el análisis, buscando un equilibrio estético entre los elementos que componen la obra. La primera exposición que hice en el Notariado se llamaba Escenarios simultáneos. Ya entonces sentía la importancia de esa cuestión de la simultaneidad, tema que trabajo muchísimo, y de los escenarios. Actualmente, siento que en vídeo instalaciones como han sido mis últimos trabajos, tengo una cantidad de recursos para manejar, para proponer una puesta en escena, un lenguaje donde el espectador arme su propio discurso. Cuando creo siempre estoy pensando en mis espectadores potenciales de a uno, es como querer hacer contacto uno a uno.

– ¿Qué mirada percibís que se elabora con respecto al arte contemporáneo en nuestro medio?

– Si bien me comprometo con lo que hago generalmente soy bastante outsider respecto al medio. Eso también me pasaba en Sicología, en general siento que todos los «ambientes» se prestan mucho para la actitud y la impostura. No me gusta ver en el arte falta de compromiso, creo que si hay algo que no se puede hacer por hacer es arte. A veces me decepcionan mucho algunos salones o por ejemplo muestras en las que los curadores eligen un eje temático y los artistas hacen cosas como a pedido, muchas de las cuales resultan vacías. En el texto que escribí para Estar en el CCE, planteo que el arte debe ser una experiencia o no es nada.

– ¿Cómo relacionas ese compromiso con las dos últimas obras que presentaste: Souvenirs en el Cabildo de Montevideo y Estar en el Centro Cultural de España?

-Se podría decir que estoy muy expuesto en lo que hago: en mi manera de mirar, de pensar, de desear, de amar, y que eso está en mis trabajos. Por ejemplo, en Estar, hay una secuencia en la que aparezco descansando en el pecho de mi compañero, porque eso es parte de mi vida cotidiana, y de paso sirve para echar abajo algunos mitos y tabúes locales. Es absurdo pensar en un arte gay o hetero, adscrito a los géneros u orientaciones, pero sí creo que el arte como medio de comunicación es una buena plataforma para la diversidad que está en todos nosotros. En tal sentido, es curioso el silencio reinante, porque en nuestro medio hay mucho por hacer y debatir, socialmente, más allá de lo privado.

– En nuestro contexto no se tienen muchos espacios que cuenten con la infraestructura necesaria para que las obras con soporte digital o las vídeo instalaciones se preserven y exhiban ¿Cuál ha sido tu experiencia al respecto?

– No me han tratado mal, pero en nuestro medio el material lo debe respaldar cada artista, y casi no hay lugares en los que mostrar que este tipo de obra sea fácil porque generalmente las instituciones no tienen la infraestructura necesaria. Estamos hablando de televisores color y reproductores vhs o dvd, nada muy de última tecnología. A veces la sensación es que necesitar una infraestructura adecuada es como pedir el lujo en la miseria. Sería bueno poder mostrar estas obras con continuidad. Tal vez el público se acercaría mucho más a estas formas de arte si fuese un campo más constante, y todos los creadores queremos llegar a más gente. *

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