Proponen nombrar como Carlos Páez Vilaró a una calle o pasaje de barrio Sur

El planteo surgió del ex secretario general del consultado de Camerún, Javier Volonté, y del edil suplente del Partido Nacional, Eduardo Morteo.

En la minuta de aspiración se expresa que en Montevideo existen barrios de gran tradición para la cultura afrodescendiente, como lo son Sur y Palermo, donde el maestro Carlos Páez Vilaró, impactado por las comparsas de esos barrios y por el conventillo Mediomundo, se estableció con su atelier y se vinculó a la comunidad afrouruguaya.

En dichos barrios “colaboró con la formación de comparsas, siendo partícipe de las mismas”.

Con sus murales mostró aspectos de la cultura y vida cotidiana del afrouruguayo.

También recuerdan que fue co-guionista de la película “Batouk” y que compuso candombes para las comparsas, asimismo plasmó su pintura en cientos de tambores, carrozas y máscaras que hasta el día de hoy se destacan en nuestro Carnaval.

Por tal motivo plantean realizar un homenaje de presencia permanente al artista Páez Vilaró colocando su nombre en una de las calles de dichos barrios montevideanos.

La minuta de aspiración será analizada por la Comisión de Nomenclatura de la Junta Departamental capitalina.

Homenaje en clave africana

Consultado por LARED21, Volonté destacó que se trata de un homenaje “en clave africana”.

Recordó que el maestro Páez Vilaró emigró a Camerún en 1961 para instalarse en una tribu muy pobre llamada Baka, conocida como tribu pigmea, que significa los primeros habitantes de la Tierra.

Allí, Páez Vilaró pudo presenciar lo que fue el movimiento de liberación y los últimos momentos de la colonia, antes de la independencia de Camerún, que era dominado por Francia.

En los años de la independencia “realizó una pintura muy simbólica y crítica de la dominación francesa y que aún se encuentra en Douala, la ciudad portuaria de Camerún”.

Dicha obra se titula: “La casa del soldado”, se trata de un mural en el cual representa a un aborigen africano encadenado y a un soldado europeo, francés, con su espada llevándolo hacia un barco. De ese modo denuncia la trata de personas.

“Tuvo la genialidad de mostrar esa situación al mundo, y no era cualquier artista, porque ya había pintado el mural de la OEA en Washington y el de la torre de Naciones Unidas”, remarcó Volonté.

Es decir que el maestro Páez Vilaró “no solo fue a África a empaparse de su cultura, sino, por sobre todo, a colaborar con la independencia. Era un hombre impactado con África”.

Si bien residía en Douala, se trasladaba a distintos países africanos donde dejaba murales, dibujos y poemas que se referían a la libertad. En el palacio presidencial de Congo aún hay un mural suyo, resaltó.

Asimismo, en un viaje a Gabón conoció al médico, filósofo y Premio Nobel de la Paz, Albert Schweitzer, a quien le dedicó el libro: “Albert Schweitzer en el reino de los Galoas”, y lo definió como un “santo” que dio todo por llevar un atención sanitaria e higiene a los africanos.

Páez Vilaró también escribió, en la tribu Baka, la película “Batouk”, que en el año 1967 finalizó el Festival de Cannes.  En dicho film participó como co-guionista el poeta de Martinica Aimé Césaire, quien acuñó el concepto de “negritud”, algo que marcó a Páez Vilaró.

“Ese es Páez Vilaró, no solo quien componía acordes de comparsas, sino aquel que en las épocas difíciles fue a un lugar sensible”, remarcó el especialista en cuestiones africanas.

Por ello tiene los méritos más que suficientes para que la Junta Departamental de Montevideo apruebe incluso, por la vía de la excepción, un homenaje permanente y en forma especial en barrio Sur o Palermo, pues se trata de una importante figura de la cultura nacional.

Una de las posibilidades es que un pasaje próximo a la Casa de la Cultura Afro, junto al pasaje Rosa Luna, lleve el nombre de Carlos Páez Vilaró.

Páez Vilaró nació en Montevideo el 1º de noviembre de 1923 y falleció el 24 de febrero de 2014 en Punta Ballena.