JUGLAR     

La magia de Ian Anderson vuelve a Uruguay

El martes 17 de octubre a la hora 21.00 en el teatro de Verano del Parque Rodó, se presentará una de las figuras más trascendentes de la historia del rock: el emblemático Ian Anderson, líder de la impresionante Jethro Tull.

ian-andersonSe tratará de toda una celebración para la cultura musical ya que la creatividad de Anderson, líder y mentor de Jethro Tull que fue disuelta en 2014, permanece más que vigente siendo un modelo único e inimitable.

Esta será la tercera vez que actuará en nuestro país y la cuarta en visitarlo, ocasión propicia para presentar su trabajo solista Homo Erraticus junto a clásicos de la banda en un espectáculo denominado: “Lo mejor de Jethro Tull”.

Hay individuos que están marcados por un don: el de Ian Anderson, multinstrumentista, ha sido el de crear bellas canciones populares desde una posición de rocker y al mismo tiempo de juglar. Un poeta, una voz prodigiosa, una música sofisticada y elevada, es la seña de identidad de Ian Anderson, ese británico que hace más de cuatro décadas y media viene produciendo emotividades varias en diversos auditorios.

Una caja de sorpresas

Y ahora nuevamente llegará el turno para el público uruguayo cuando el legendario Flautista de Hamelin  trepe al escenario del Ramón Collazo.

Debe recordarse que una de las integraciones más celebradas de Jethro Tull estaba compuesta por Anderson (vocalista, flauta y guitarra), Martin Marre (guitarra), John Evan (piano y órgano), Barriemore Barlow (batería y percusión), John Glescok (bajo) y David Palmer (órgano, accesorios y arreglador orquestal).

Discos superlativos y perdurables son los que ha fundado ese juglar o arlequín intrincado, algo imperativo en su modo de actuar y en su relación con sus pares. Músico de dotes excepcionales: flautista, ante todo. Pero además bajista, tecladista, guitarrista, baterista, pianista, un personaje fuera de serie con un talento y una sensibilidad que lo sitúa en el podio de los irresistibles, tal como lo demostró en sus actuaciones anteriores en Montevideo, cuando en plan solista se presentó en el escenario del Teatro de Verano del Parque Rodó, brindando lo que, sin dudas, fue el mejor concierto de ese año y posteriormente, arropado por Jethro reiteró en 2007 el suceso en el Velódromo Municipal.

Ese Ian Anderson al comando de Jethro Tull que gestó obras maestras como “Aqualung”, o discos de estirpe sinfónica, incluyendo suites y largas meditaciones electrónicas como “Living in the past”, Heavy horses o “Thick as brick”, uno de los discos cumbres de la historia más fecunda del rock.

Ian Anderson en su larga peripecia, se ha caracterizado por ese perfil juglaresco que indudablemente se delata ampliamente en el ya citado “Aqualung” o en ese ensayo refinadísimo, casi de estirpe acústico que viene a ser el formidable “Minstrel in the gallery”.

Es decir toda la tradición de la vieja música juglaresca tanto urbana como rural alcanzó una métrica de fusión que hizo del proyecto de Jethro Tull, especialmente en los inicios de la década del setenta, un referente claro de música de vanguardia.

Canciones de un tono decididamente experimental, y canciones de formato incluso baladístico, como ingresando en la convención roquera al uso, pero de una belleza poética inconmensurable como puede observarse en los inicios de la trayectoria de la banda o en discos ya maduros y posteriores como Demasiado joven para morir, demasiado viejo para tocar rocanrol. O la línea nuevamente experimental, luego de una bajada de revoluciones, que significó el muy buen disco que es “A” con el respaldo del notable Brian Eno y su fiel acompañante de siempre, el guitarrista Martin Barre.

Jethro Tull siempre ha sido una caja de sorpresas: ese convencimiento estético de lo diverso hizo de su conductor una de las personalidades más fuertes y más significativas de la cultura rock. Un compositor nato y neto: música progresiva, siempre de ida, cambiante y sugestiva.

Hay canciones como “Locomotive breath” y la propia “Aqualung”, por citar dos ejemplos, que dan una dimensión avasallante de lo que ha sido el proyecto sonoro y poético de esta banda que se inscribe en lo mejor de la ya larga historia del rock.

Hay personajes como Anderson que quedan flotando en la memoria de los melómanos como un soplo insistente de refinamiento, altísima creatividad, a la altura del genio.

Se trata entonces de uno  de esos genios que han logrado transportar el encasillamiento del mero rocker; es un músico de horas completas y de obras complejas que se recorrerán el próximo martes 17 cuando su explicación de la magia llegue a nuestro país.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje