Directora del teatro Solís, Daniela Bouret: “Crear condiciones para que la población acceda a los bienes culturales”

En el marco de la presentación del Programa de formación de públicos, formación profesional y sensibilización 2017 el organismo uruguayo de certificación  LSQA hizo entrega de la Certificación en Calidad al Departamento de Atención al Público del teatro.

Por su parte, Bouret se refirió al Programa de Formación de Públicos. En tal sentido dijo que el Solís es un espacio público que tiene como objetivo “enriquecer la calidad de vida de la ciudadanía, generar valor a través de las artes escénicas y una amplia oferta cultural”.

Formación de Públicos

Con tres salas, alberga una programación anual diversa, “donde cada día alguien se enamora, alguien muere o mata, alguien sueña con ejercer poder, alguien ayuda a un otro  a solucionar conflictos”.

“En estas salas las obras muestran como alguien conspira, como unos cuantos pelean por una patria, por la libertad o traicionan viejas utopías. En música, teatro, danza o producciones de ópera, cada una de estas historias son narradas y producidas para ser vividas de forma particular y única cada vez”, dijo.

Agregó que para lograr tal objetivo, durante los primeros meses del 2004 se diseñó un plan de puesta en marcha del teatro Solís, con la creación de un Área de Desarrollo Institucional.

“Aquí se instalaron los departamentos de Educación, de Atención al Público y un Centro de Investigación, Documentación y Difusión de las Artes Escénicas (CIDDAE)  para gestionar, preservar y disponer al público el acervo patrimonial del Solís”, remarcó.

Con el transcurso de los años, surgieron nuevas experiencias de desarrollo de audiencias  en teatros y centros culturales de Chile, España y Argentina. A partir del 2014 la nueva dirección recogió esas prácticas creando el “Área de Desarrollo de Audiencias bajo la coordinación de Gustavo Robaina, donde se inserta el Departamento de Educación”.

“Y es un territorio que tiene enormes desafíos y conlleva grandes responsabilidades. Si trabajamos con la certeza que las artes ayudan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que el acceso a la cultura es un derecho humano, constituye una obligación para quienes diseñan políticas culturales públicas comprometidas con el desarrollo de las sociedades, el impulsar a las instituciones del sector cultural a generar planes que  profundicen el desarrollo artístico y la accesibilidad ciudadana a la cultura en general y las artes en particular”, remarcó Bouret.

Agregó que diversas experiencias han concluido en que, “la existencia de una oportunidad de ingresar a un centro cultural solamente por ser una instancia gratuita, no es garantía de que el ciudadano lo haga y que, además, tampoco es suficiente”.

Por ello, dijo que “resulta necesario incentivar habilidades en relación a la apreciación de las artes escénicas así como hábitos tales como la disposición a pagar por ellos”.

“La construcción del gusto requiere de, por lo menos, tener una experiencia para ir generando una ‘expertise’ personal”, aseguró.

Aseguró que dicha preocupación no es nueva. “Desde el 2009 comenzamos en el Teatro Solís a transitar estos temas, concretando un antecedente importante: la realización en el 2011 del Seminario Públicos y artes escénicas”.

Dicho encuentro tuvo el eje en conocer las experiencias que se desarrollaban en el territorio Uruguayo con una mirada “bien amplia”, junto a las prácticas que se venían desarrollando en la Escuela de Espectadores de Buenos Aires, el Pequeño Municipal y el  GAM (Argentina y Chile).

“El segundo Seminario lo realizamos en el marco de la celebración de los 160 años del teatro Solís con el apoyo de la Organización de Opera Latinoamérica. Durante tres días Directores de los Teatros miembros e investigadores y académicos llegaron  desde Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Francia, México y Perú que, junto a una serie de referentes nacionales, compartiremos  experiencias y reflexiones sobre el hecho artístico con eje en los público”, recordó.

En dicho marco, dijo que el “desafío es crear condiciones para que toda la población acceda a los bienes culturales”.

“Por eso profundizamos las estrategias de mediación entre lo que sucede entre el actor y el espectador. Buscamos facilitar el acceso a herramientas simbólicas que permitan no solo conocer, sino también modificar y construir nuevas realidades impulsando el ejercicio pleno de los derechos. La premisa que nos convoca es que  todos podemos aprender a disfrutar las artes, y como teatro público, tenemos el compromiso de generar las mejores y más amplias condiciones”, sentenció Bouret.