Falleció un ícono del cine portugués, Manoel De Olivera

Su primera aparición fue como actor, todavía eran los tiempos del cine mudo. Manoel de Oliveira actuó en una película del italiano Rino Lupo.

Más tarde se dedicó a seguir su pasión como director de cine y participó en lo que fue la primera película sonora de Portugal, A canção de Lisboa, de Cottinelli Telmo.

Su primer corto fue “Douro,faina fluvial” que estrenó en el 1931, que se convirtió en su primer documental, el primero de una serie. Finalmente llegó la hora de la ficción, en donde se caracterizó por películas con mucha influencia del mundo de la literatura y también por una reflexión constante y profunda acerca del arte y el ser humano.

Hacia los años 60 le llegó a De Oliveira la consagración internacional pero fue con  “O passado e o presente”, estrenada en  1971 que empezó a cultivar premios y reconocimientos en los grandes festivales. Le siguieron  Amor de Perdição (1978), Francisca (1981), Los caníbales (1988), La divina comedia (1991), El convento (1995), La carta (1999), Palabra y utopía (2000), Porto da minha infncia (2001) y varios otros.

Hasta el final

Según señala el diario El País, el cineasta repetía habitualmente que en cine había solamente cuatro figuras emblemáticas, que eran  “Dreyer, Orson Welles, John Ford y Charlie Chaplin».

El portugués, con 105 años, seguía activo y trabajando. Así es que el año pasado, hacia fines, estrenó “El viejo de Restelo”, que estuvo  inspirado en Las Lusíadas de Camoes.

Falleció con 106 años el jueves pasado, y en ese momento, también se encontraba trabajando en su próxima película.